La revolución de los robots: ¿Nos están quitando ya el empleo?

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La revolución de los robots: ¿Nos están quitando ya el empleo?

Fotograma de la película Yo, robot

Los robots han empezado a reemplazar a los humanos en fábricas y en puestos de atención al cliente: ¿son seria una amenaza? Foxconn, la compañía china que ensambla los iPhone de Apple, ha sustituido ya a 60.000 empleados de una de sus fábricas por robots. Un ejemplo conocido esta semana que refleja el impulso de automatización del trabajo. Pero no ha sido el único: la cadena Pizza Hut ha anunciado que a finales de año varias unidades de Pepper, el robot con aspecto humanoide de Softbank, empezarán a atender a los clientes en diversos locales del grupo en Asia.

Estas noticias han hecho saltar de nuevo las alarmas por el temor a que, con el progreso tecnológico, las máquinas acaben quitando el trabajo a los humano. El debate está abierto: ¿son aliados o amenazas?

En principio, las máquinas y robots se orientan a actividades rutinarias y repetitivas y de salarios bajos, como la elaboración de productos. De esta forma, liberan de carga a los trabajadores para centrarse en otras actividades de mayor valor añadido en los procesos de fabricación, como la investigación y desarrollo, control de procesos y control de calidad, según explican desde Foxconn a The Wall Street Journal.

Así opinan también algunos expertos, como el profesor del MIT Erik Brynjolfsson, que opina que la tecnología sigue siendo una herramienta de los seres humanos que puede aportar enormes beneficios a la sociedad si se sabe gestionar adecuadamente. Considera que los robots permitirán a la gente dedicar más tiempo a actividades de ocio y cultura. Aunque también advierte de los peligros de no saber controlar la nueva realidad.

Pero los avances en la inteligente artificial, en la capacidad de aprendizaje de las máquinas están haciendo que los robots se empiecen a encargar de tareas más sofisticadas, que requieren aspectos sociales y emocionales, como el servicio al cliente. Además del caso de Pizza Hut, hace unos meses abrió sus puertas el primer hotel atendido por robots. El temor a la revolución de los robots es así cada vez mayor a medida que avanzan las habilidades cognitivas de las máquinas.

Como solución hay algunos que abogan por el apoyo de las máquinas en el trabajo para poder reducir las jornadas laborales sin bajar los salarios, pues la automatización permitiría mantener o aumentar la productividad y reducir costes.

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