¿Hasta dónde debemos resistir la violación de la privacidad que comporta a menudo el desarrollo tecnológico? La paciencia de un hombre de Kentucky se acabó cuando un dron se asomó al patio trasero de su casa para ver a su hija adolescente en la piscina. Apuntó, disparó el gatillo y de esta manera derribó el artilugio que sobrevolaba su casa.
El hombre ha relatado que cuando vio el dron sobrevolando la casa de un vecino no le inquietó en absoluto, pero que la situación cambió cuando el objeto no tripulado entró en su propiedad. Su hija de 16 años estaba tumbada en su piscina en el momento en que el piloto del dron quiso echar un vistazo. Fue en ese momento cuando William decidió que ya era suficiente.
Este vecino fue entonces a buscar su escopeta y disparó hasta en tres ocasiones contra el dron, que tiene un valor de 1.800 dólares. Poco después, el piloto se personó en la casa con tres amigos. “Si cruzas la acerca de mi propiedad, habrá otro tiroteo”, le avisó William, que instantes después era detenido por la policía por conducta criminal y violencia injustificada por la descarga del arma de fuego, sin embargo, el hombre confía en la retirada de los cargos.
