Las compañías de televisión por cable no sacan adelante el plan de segmentar las velocidades de navegación en función del pago. Por ahora, no será posible. Internet se mantendrá neutral y no podrá realizarse una oferta de navegación a mayor velocidad a quien pague más. Por su puesto que seguirá habiendo conexiones más rápidas en función del precio del sistema contratado. No es lo mismo el cable, que el ADSL, que la fibra óptica. Pero entre tecnologías homogéneas no habrá diferencias.
Al menos en EEUU. Porque la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) acaba de aprobar una estricta regulación para la Red que no contempla esa posibilidad.
Toda una victoria para Hollywood, un sector fuertemente implantado en el país, con capacidad de interlocución incluso en el entorno del presidente Barack Obama y sus trabajadores, desde músicos a guionistas, actores o productores independientes.
Todos se oponían a ese plan de la doble velocidad, que sí defendían los suministradores de señal, las operadoras y las compañías de televisión por cable. E incluso algunas ‘majors’, con intereses en los dos ejércitos que han librado el combate.
Pero en la gran industria audiovisual estadounidense, todavía parecen mandar los productores de contenidos. En el sector se temía que la implantación de la segmentación en las velocidades de navegación pudiera convertirse en un problema para los nuevos servicios de televisión a la carta que ofrecen las plataformas de streaming como Netflix, Amazon.com y YouTube, por citar a las más conocidas.
Y eso es algo que no se podían permitir. Al fin y al cabo, gracias al auge que parecen haber alcanzado estas empresas, Hollywood ha conseguido alcanzar este año, las mejores cifras de empleo de la última década. De modo que parece fundamental no ponerle obstáculos a ese desarrollo.
Sobre todo, porque los productores de contenidos, incluidos los independientes, no quieren ver coartadas sus posibilidades actuales de acceder directamente al consumidor. Y sin la actual neutralidad de la Red, que acaba de garantizar la FCC, este tipo de empresas no tendrían más remedio que aceptar las condiciones que les pusieran los intermediarios. Es decir, las operadoras y las cableras.
