Pantalla partida, menú de inicio y el retorno de las ventanas son varias de las novedades que ofrece el nuevo sistema operativo. Ayer se presentó el nuevo sistema operativo de Microsoft, pero como todos los expertos del sector esperaban no fue Windows 9, sino Windows 10. Entre sus especificaciones, se encuentra su capacidad de ser explotado en todo tipo de dispositivos, lo que debería hacerlo atractivo para consumidores y programadores.
Esto ya lo pretendió su antecesor, pero no fue capaz de llegar tan lejos. Aunque no es la única diferencia, porque como ya vaticinaron los expertos en tecnología, regresa el menú de inicio con fuerzas renovadas. Su desaparición en la versión anterior supuso malestar para los usuarios, así que Microsoft ha apostado de nuevo por él, lo que les ha granjeado una mayor aceptación para Windows 10.
El regreso, en realidad, es más que un retorno, pues el nuevo sistema operativo ha querido apostar por un interfaz visual, conocido como Metro, que ya tuvo su protagonismo en Windows 8 y que se basa en casillas para facilitar el acceso a los contenidos.
La principal diferencia se encontraría, como señala Cinco Días, en la ejecución de aplicaciones y contenidos, pues Windows 10 vuelve a apostar por las ventanas, también para ejecutar aplicaciones. Aunque no es la única, por la versión diez del sistema operativo permite disfrutar de la pantalla partida.
Para poder organizar el funcionamiento y las aplicaciones de manera simultánea, el nuevo sistema cuenta con un sistema que consiste en crear múltiples escritorios para poder ordenar las cantidades ingentes de información. Igualmente, se incluye un botón de lista de tareas, todo pensado para tener mejor organizado el material.
