Los trabajadores de Novagalicia sospechan que Castellano ha vuelto para completar los despidos

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Los trabajadores de Novagalicia sospechan que Castellano ha vuelto para completar los despidos

José María Castellano, expresidente de Novagalicia

Los representantes de Banesco se comprometieron con los sindicatos a paralizar las medidas más lesivas para los trabajadores del actual ERE en vigor. El anuncio realizado la semana pasada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de que recuperaba a José María Castellano para realizar una labor de “representación institucional” en Novagalicia sólo una semana después de que el empresario hubiese abandonado la presidencia del banco rescatado, ha levantado sospechas entre los trabajadores, que temen que este regreso esté vinculado al actual ERE.

El sindicato nacionalista CIG señala en un comunicado que “no sabemos si este ‘renombramiento’ tiene como objetivo aplicar el ERE antes de la autorización de Bruselas a la venta final, lo que daría al traste con lo hablado en la reunión mantenida con la futura dirección”.

Los temores del sindicato se producen después de que en el período de acogimiento a las bajas incentivadas abierto en enero sólo hubiese 20 solicitudes voluntarias, para un total de 350 plazas a cubrir. “En cuanto terminó la incertidumbre no hubo voluntarios”, señala CIG, que acusa a la dirección de “jugar con el miedo” de los trabajadores.

Hace apenas dos semanas, representantes de Banesco y Banco Etcheverría (con el que realmente se fusionará Novagalicia) se reunieron con los sindicatos de la entidad gallega, una primera toma de contacto en la que comenzaron a esbozarse las líneas de actuación a la espera de que Bruselas de luz verde.

Por parte de la empresa, acudieron a la cita, entre otros, Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco, Javier Etcheverría, presidente de Banco Etcheverría y Francisco Botas, futuro consejero delegado de Novagalicia. Éstos se comprometieron a estudiar la paralización de las medidas más lesivas para los empleados del ERE, que no obstante seguirá en vigor.

Sin embargo, la salida y reentrada de Castellano a Novagalicia vuelve a generar incertidumbre en parte de la plantilla. En principio, Castellano realizará una labor de representación hasta que se complete el traspaso de poderes a Banesco, algo que no ocurrirá hasta finales de marzo o principios de abril. Sin embargo, la labor ejecutiva del banco, en contacto más directo con los nuevos dueños venezolanos, seguirá recayendo sobre los administradores del FROB nombrados la semana pasada.

El empresario gallego regresa a Novagalicia después de que su presidencia, que duró dos años y medio, estuviese marcada por claroscuros. Si bien es cierto que logró volver a hacer rentable a la entidad, no lo es menos el hecho de que nunca llegaron los inversores privados que se comprometió a traer cuando llegó a la presidencia, y que debían mantener la ‘galleguidad’ de Novagalicia.

La entidad gallega ha recibido en total algo más de 9.000 millones de euros de ayudas públicas a través de varios rescates, y ha sido vendida por una cifra de unos 1.000 millones a Banesco, que pretende fusionarla con Banco Etcheverría. Es decir, unas pérdidas de casi 8.000 millones para los contribuyentes. Además, el FROB deberá esperar al menos cuatro años para recibir el total de los 1.000 millones, ya que sólo el 40% del pago se realizará en cuanto se formalice la compra. El 60% restante se hará a plazos hasta 2018.

En principio, una vez que se formalice el traspaso de poderes, Castellano abandonará definitivamente Novagalicia, tras haber renunciado a ocupar un asiento en el consejo de administración de la nueva entidad.

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