Isabel García, Directora de marketing y ventas de GDF SUEZ Energía España

Entrevista

Isabel García, Directora de marketing y ventas de GDF SUEZ Energía España

Isabel García, directora de marketing y ventas de GDF SUEZ Energía España

“Hace falta un Gobierno valiente que saque del recibo de la luz las decisiones políticas” ¿Es complicado para una empresa extranjera abrirse hueco en el mercado eléctrico en España? ¿Cree que el sector es lo suficientemente competitivo?
Hay que distinguir las dos actividades que actualmente están liberalizadas. Por un lado, la generación eléctrica y por otro, la comercialización de electricidad y gas. Respecto a esta última, el mercado muestra cierta atomización. El número de comercializadoras ha crecido exponencialmente en los últimos años y hay nichos de mercado claros si eres suficientemente competitivo en precios y en atención personalizada a tus clientes. Sin embargo, las cuotas de mercado están altamente concentradas entre los grupos verticalmente integrados, y queda mucho recorrido para llegar al grado de madurez en el que se encuentran otros mercados europeos. Pienso que tanto las barreras de entrada como el nivel de competencia son mucho mayores en comercialización que en generación eléctrica mayorista. No obstante, un porcentaje cada vez más importante de consumidores está abierto a nuevas formas de contratación que disminuyan su factura energética, permitiendo la entrada a otros comercializadores con experiencia en otros mercados europeos, y en aportar soluciones de suministro energético innovadoras.

Indiscutiblemente para GDF SUEZ Energía España, contar con el respaldo del primer grupo energético independiente internacional, con presencia en más de 50 países y con 24 millones de clientes en el resto de Europa, favorece a la hora de abrirse un hueco en nuestro país.

¿Cuáles son los principales retos que encara la compañía como productora y comercializadora y sus previsiones futuras?
GDF SUEZ Energía España se dedica a producir electricidad, fundamentalmente con gas (2000 MW en ciclos combinados en Teruel y Cartagena) y al suministro a clientes finales, principalmente grandes industrias, ya sea de electricidad, de gas u otros productos y servicios orientados a la gestión de energía como la representación de productores de energía en Régimen Especial en el mercado mayorista gestionado por OMEL y en los mercados de ajustes de REE.

Somos un agente que, sin ser de gran tamaño, cuenta con toda la experiencia, conocimiento y capacidades de gestión propias de una de las principales multinacionales energéticas. En generación, estamos presentes desde el año 2005 con una cuota de mercado del 2% (por potencia instalada), y es nuestro reto tener las plantas de generación listas para producir en cada momento, a pesar de que el contexto actual penalice la generación de electricidad con gas por diversos motivos estructurales y regulatorios.

En comercialización, hemos lanzado la actividad de suministro de electricidad hace dos años escasos y disponemos ya de una cuota del 3% en el mercado industrial, mientras que la comercialización de gas a clientes industriales la venimos desarrollando desde el año 2004 con una base de clientes razonablemente sostenida en el tiempo.

La presencia de GDF SUEZ Energía España en la actividad comercial se engloba dentro de la estrategia de diversificación de actividades del Grupo, permitiendo identificar nuevas oportunidades de negocio. Como comercializador de energía, trabajamos para ser los mejores en adaptarnos en todo lo posible a las necesidades de nuestros clientes. Actualmente estamos focalizados en grandes consumidores industriales, ofreciendo un servicio global en diferentes países europeos si es necesario, ayudándoles a gestionar la complejidad de los mercados energéticos y de los contratos de suministro.

Nuestro reto inmediato como comercializador es crecer de la mano de nuestros clientes, consolidando nuestra posición como agente de relevancia en el sector energético español y en el suministro de energía, fundamentalmente orientados a la gran industria. Así mismo, estamos analizando actualmente las posibilidades de ampliar nuestros servicios para llegar también a otros segmentos de menor tamaño.

En síntesis, generamos la solución energética que cada consumidor necesita, con la garantía de un líder mundial en energía como es GDF SUEZ. Para ello, ofrecemos a nuestros clientes un continuo “I+D”. Ilusión por el trabajo bien hecho y dedicación total a cubrir sus expectativas. La excelencia en las operaciones, la adecuada gestión y cobertura de los riesgos asociados a la actividad, y la total transparencia, son principios básicos de trabajo en GDF SUEZ Energía España.

De hecho, el cliente está el centro de la estrategia corporativa de GDF SUEZ. Nuestro tamaño y perfil dinámico nos dota de una gran flexibilidad para atender las necesidades del cliente y ofrecer configuraciones innovadoras de productos (determinados tipos de indexaciones, facilidades a la hora de abrir y cerrar posiciones para una mejor gestión del riesgo, etc.). Todo ello, insisto, con el sello de calidad de una de las primeras compañías energéticas del mundo.

¿Por qué no para de subir el recibo de la luz?
Por diversos motivos relacionados con la falta de planificación a largo plazo que derivan en una regulación inestable e inadecuada, ocasionando que los costes del sistema eléctrico estén muy por encima de los ingresos. La planificación energética es un tema de gran complejidad en el que confluyen intereses de índole variada (económicos, medioambientales, sociales, políticos, etc…). Además, la bajada de la demanda ha acentuado el problema, ya que los costes fijos del sistema han de ser soportados por una cantidad menor de energía, y por tanto, de ingresos obtenidos. En el contexto actual, no podemos endeudarnos más como país. De ahí que sea urgente cubrir ese hueco (llega ya al 3% del PIB en números redondos) siendo necesario, entre otras medidas, subir la luz.

En cualquier caso, es importante aclarar que del recibo de la luz, alrededor del 40% se corresponde a conceptos regulados y decisiones de índole política, no de mercado (es lo que se llama tarifas de acceso). El 60% restante corresponde al precio de la electricidad fijado en las subastas del mercado mayorista. Por otro lado, en el segundo trimestre de 2013 la tarifa regulada de la luz para el sector doméstico bajó un 6% respecto al trimestre anterior, gracias a la evolución del propio mercado. No siempre hablamos de subidas.

¿Hubo en su momento una burbuja de centrales de ciclo combinado en España?
En mi opinión no. Hubo un contexto estructural de mercado muy favorable para esa tecnología (demanda creciente, gas a precios bajos, marco legislativo favorable con el desarrollo de mercados de CO2) y un regulador que incentivó esas inversiones para salir de una situación de alarmante falta de capacidad (recordemos que casi hay un apagón nacional en diciembre de 2001 por no disponer de generación suficiente). Desafortunadamente, ese mismo regulador parece haber perdido la fe en la tecnología poco más de una década después, y la propia coyuntura no ayuda.

Quiero destacar que los ciclos combinados son la tecnología más castigada por los sucesivos cambios regulatorios y reformas, sin ser en ningún caso causantes del problema del déficit de tarifa. No sé bien donde está el “equilibrio” en las soluciones regulatorias planteadas. No olvidemos que los ciclos combinados son una tecnología de respaldo imprescindible cuando otras tecnologías, como la eólica y la solar no producen, y con un factor de emisión de CO2 tres veces inferior al de las centrales de carbón.

¿Cree que los últimos cambios normativos del Gobierno serán suficientes para frenar la subida del recibo y atajar el déficit de tarifa? ¿Echa algo en falta?
Efectivamente muchas de las medidas planteadas van orientadas a la reducción del déficit de tarifa, no obstante el ministro Soria ya ha reconocido que en el corto plazo no será así, al menos este año. Veremos en 2014. Un tema que nos preocupa como suministrador a clientes industriales es cómo van a impactarles estas medidas, ya que muchos de ellos ya están pasando por una situación económica complicada, y un aumento de sus costes o reducción de ingresos puede llevarles a un mayor deterioro de su rentabilidad e incluso el cierre del negocio. Hace falta que todo el mundo cumpla, pero no parece que el Ministerio de Hacienda esté muy receptivo.

Echo en falta altura de miras, visión de largo plazo y estrategia global, que se hable de modelo energético, de qué y cuánto nos podemos permitir como país, y cuál será el motor que nos saque de la situación económica actual. Por otro lado, considero imprescindible que se busquen procesos de negociación claros y transparentes, que sienten en la mesa a todos los agentes implicados.

La patronal UNESA ha defendido el carácter solidario del peaje de respaldo al autoconsumo, mientras que ha recibido críticas por parte de los reguladores. ¿Qué opinión tiene al respecto?
El peaje de autoconsumo va ligado al uso de redes y por tanto a financiar costes regulados del sistema. No disponemos de negocios de redes en GDF SUEZ Energía España. Desde una perspectiva de observadores, parece razonable que todo el que usa las redes pague por ello, y que no se abran puertas que permitan a ciertos consumidores no pagar por el uso de las mismas, si consumen energía de ellas. En la medida en que la norma siga este principio estamos de acuerdo. Eso sí, no tiene sentido que se establezcan nuevos costes por un uso que no se realiza.

El problema del déficit de tarifa eléctrico parece haberse trasladado al sector del gas. ¿Por qué ha sucedido?, ¿qué magnitud tiene este problema?
El problema es el mismo que el eléctrico, dejar que el sistema gaste más de lo que ingresa, por una falta de planificación a largo plazo y una gestión no lo suficientemente ágil para tener en cuenta un contexto en el que la crisis económica ha provocado una bajada considerable de la demanda, así como del uso de las infraestructuras necesarias para abastecerla. En el caso del sector gasista, hay un sobredimensionamiento claro del sistema, que se ha acentuado con el descenso de la demanda de gas por parte de los ciclos combinados. Además, debido a los nuevos cambios legislativos que afectan tanto al sector eléctrico como al gasista, existe un alto riesgo de que la demanda de las cogeneraciones disminuya. Por esta razón, es posible que si no se toman las medidas oportunas a tiempo, nos encontremos en el futuro con un problema similar de déficit tarifario en el sector gasista. Parece que el Gobierno está ya trabajando sobre el tema.

¿Tiene alguna previsión del desfase para este año?
Para este año, se estiman entre 2500 y 4000 millones de euros en el sector eléctrico (según la fuente y el efecto de las reformas podría llegar a ser casi 0, aunque lo vemos complicado) y unos 600 en el gasista. Toda la información al respecto puede auditarse mensualmente en los informes de liquidaciones de la antigua CNE.

¿Cuáles podrían ser las posibles soluciones?
Sin duda, todo pasa porque el consumidor final de energía, ya sea de electricidad o de gas, pague exclusivamente por conceptos relativos al uso de la energía, y no por otra serie de temas que nada tienen que ver, y que son consecuencia de decisiones, afortunadas o no, de política energética: primas a las renovables, compensación por los sobrecostes en los sistemas extrapeninsulares, anualidades del déficit de otros años, etc. Haría falta una Administración valiente que se lleve a Presupuestos Generales del Estado lo que corresponde a decisiones políticas, para que los consumidores solo paguemos costes reales de energía y de calidad para mantener el suministro.

En España ha habido múltiples cambios normativos en el sector energético en los últimos diez años, ¿cree que hay un problema de seguridad jurídica?
Sin duda alguna, en ese escenario nos encontramos. Se dan situaciones paradójicas, ya que se supone que la reforma busca la estabilidad financiera, pero introduce una gran incertidumbre a la hora de ser capaces de calcular el retorno de la inversión realizada. Muy difícilmente puede haber seguridad jurídica si no hay seguridad en cuanto al retorno de un proyecto empresarial. En un momento en el que es clave apostar por la robustez de la marca España, creo que estamos mandando señales equivocadas, ya que no hay certeza en las reglas del juego para ninguno de los inversores presentes en el sector.

El ‘fracking’ parece haber dividido a la sociedad, unos lo presentan como la panacea energética y otros como un desastre medioambiental. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Hay un hecho claro. Gracias al fracking Estados Unidos va a alcanzar la independencia energética en 2017 y casi ha dejado de consumir carbón, lo que explica la bajada del precio del mismo y el desplazamiento del gas como commodity tradicionalmente barata en los mercados internacionales. Para países energéticamente muy dependientes del exterior, como España, está muy claro que el “shale gas” es una alternativa a evaluar con rigor, sin prejuicios, ni dogmas establecidos.

En general, el gas tiene que seguir siendo una prioridad. Es la energía fósil más limpia, flexible y la que menos inversión asociada conlleva. La aparición de nuevas tecnologías de extracción de fuentes naturales de energía, , siempre es positiva, aunque es pronto para valorar su papel a corto y largo plazo, así como su posible impacto medioambiental.

Sin embargo, está claro que en materia energética y a nivel doméstico tenemos que trabajar en otros muchos frentes antes que en el del fracking. Lo más urgente: las consecuencias de la reforma energética que está en estos momentos sobre la mesa.

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