Los bancos no se ponen de acuerdo con El Gobierno: construir más pisos o vender los que ya hay

Economía

Los bancos no se ponen de acuerdo con El Gobierno: construir más pisos o vender los que ya hay

A vueltas con el mercado inmobiliario, así siguen el Gobierno y los bancos españoles. Ni la creación del banco malo, ni el rescate de Bruselas han unificado posturas entre ambos en lo que se refiere al ‘ladrillo’. Mientras que Rajoy cree que ‘regalar’ permisos de residencia sería bueno para vender casas, las entidades financieras proponen construir más para acabar con los desahucios.

Al presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, le parece buena idea acelerar los trámites para que los extranjeros que compren casa en España obtengan el permiso de residencia y así descongestionar el saturado mercado inmobiliario. Sin embargo, el presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), Miguel Martín, ha asegurado -también hoy mismo- que la construcción de más casas solventaría buena parte del problema social de los desahucios.

En otras palabras, a juicio del máximo responsable de la patronal de la banca española le parecen pocos los 3,5 millones de pisos que hoy por hoy no han encontrado comprador y que, por lo tanto, están vacíos en el país. Más pisos nuevos y más concesión de créditos hipotecarios conforman la discutida receta de Martín para evitar que las familias se queden sin vivienda y contribuir así, ha dicho, a acabar con la exclusión social. Lo cierto es que las entidades financieras, sobre todo las rescatadas, están aplicando fuertes descuentos a su cartera de inmuebles para poderlas colocar en un mercado donde la demanda brilla por su ausencia, aún más a la espera de la caída de precios que podría desencadenar la aprobación del banco malo.

Mientras tanto, Rajoy -que ha tenido que matizar que “no hay nada decidido” sobre si se va a ‘regalar’ la nacionalidad por la compra de un piso a todo extranjero que invierta más de 160.00 euros en ello- ha recalcado hoy mismo 1u3 “necesitamos vender esas viviendas”, en referencia al stock que acumulan, en buena medida, las entidades financieras del país. Un proceso que además, ha puntualizado, debe ser “a precios razonables” y “no a los desproporcionados de años anteriores”.

El argumento de la banca parece estar en que a más pisos, precios más bajos, pero la falta de liquidez de las familias y la restricción al crédito siguen siendo el principal escollo para un mercado al que no llega la esperada receta de solución de consenso.

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