¿Cómo gestionar una franquicia?

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¿Cómo gestionar una franquicia?

Franquicia

Hay muchos motivos por lo que un emprendedor decide hacerse independiente con una franquicia en lugar de con un negocio completamente nuevo.

Hay muchos motivos por lo que un emprendedor decide hacerse independiente con una franquicia en lugar de con un negocio completamente nuevo. Para empezar es una manera de asegurarse que ese bien o servicio ya ha tenido éxito el público conoce esa marca y se puede contar con el apoyo de la empresa matriz. Tan es su arraigo en el mercado que, actualmente, las principales marcas de franquicias suponen cerca del 49% en España, según la consultora especializada en este ámbito Tormo Franquicias Consulting. Este porcentaje se traduce en 18.500 millones de euros en facturación. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que pese a contar con una buena franquicia, si su gestión no se hace como se debe, también es posible llegar al punto de tener que cerrar. Lo ideal es contar con una empresa detrás en la que, de verdad, permitan formar parte de la empresa en sí, que posibiliten al franquiciado que se involucre al 100%, que pueda aportar sus ideas y, al tiempo, que cuente con un grupo de profesionales expertos en el sector para poder resolver dudas. Siendo así se puede contar con que con esta inversión se está trabajando para lograr un futuro profesional. Esto sí lo podemos encontrar en algunas empresas, como en el ámbito de una franquicia gestoría. Sólo si ofrecen todo lo anterior, se puede estar tranquilos de que es un paso que conviene dar.

Antes de hacer nada es importante recibir información detallada por parte de los operadores con franquicias para saber la inversión que habrá de hacerse; las implicaciones que supone ese acuerdo y un listado de las pautas a seguir para que la franquicia funcione como debe. Teniendo esto claro hay una serie de prácticas que ayudan a la hora de gestionar una franquicia.

1. Elegir bien al franquiciado. Obviamente es el primer aspecto a tener en cuenta. Como ya comentamos antes elegir bien y con unos mínimos supondrá contar con una mayor o menor garantía de éxito. Y, sobretodo, saber que se contará con un respaldo, en caso de ser necesario. Antes de invertir, estudia las diferentes opciones y obtén toda la información necesaria para despejar dudas.

2. Localización de la franquicia. Si observas con atención la empresa que te ha llamado la atención para franquiciar podrás ver que, normalmente, se ubica en determinadas zonas y esto es así porque es donde encuentra a su público objetivo, donde está la gente a la que le interesa el bien o servicio que se ofrece. Sino atiendes a este principio, por mucho futuro que tenga la franquicia, puede llegar a ser todo un fracaso.

3. Una marca ya conocida. Hacerse con una franquicia es saltarse unos cuantos pasos en el camino del emprendimiento y situarse, directamente, en la casilla ganadora. Pero eso sólo es así si se opta por una empresa que haya hecho, en efecto, todo ese trabajo antes. Si la empresa en sí no es conocida es un camino que habrá que recorrer. Optar por una franquicia es apostar por una empresa que ya se conoce y que, por tanto, tiene valor para el público.

4. Formación continua. Los franquiciados han de contar con acceso a material que aporta valor a la empresa, que les diga cuáles son los estándares a mantener y qué buenas prácticas son aconsejables para cosechar mayores éxitos.

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