La resurrección inmobiliaria de los aledaños de la Bolsa de Madrid

Mercado inmobiliario

La resurrección inmobiliaria de los aledaños de la Bolsa de Madrid

Bolsa de Madrid

La rehabilitación pone de moda una zona dirigida a empresas que buscan el bienestar y la salud de sus empleados. La proximidad al Parque del Retiro se convierte en uno de los reclamos para competir con las oficinas del centro de negocios. Si alguien se da una vuelta por la Plaza de la Lealtad y sus aledaños, en el madrileño barrio de Los Jerónimos, podrá comprobar una llamativa actividad inmobiliaria con carteles de ‘se alquila’ proliferando en los diferentes edificios y una importante oferta de oficinas recién remodeladas que ofrecen sus ‘credenciales’ a las empresas, eso sí a compañías que puedan pagar unas de las rentas más elevadas de la ciudad que se mueven entre los 20 y 30 euros por metro cuadrado al mes.
 

¿Y qué está ocurriendo para que este emblemático enclave tenga un nuevo tirón inmobiliario?, pues según las consultoras especializadas el atractivo de la zona se debe principalmente a la reciente rehabilitación como edificios exclusivos de oficinas de inmuebles de fachada clásica que se han puesto en el mercado  aprovechando dos de sus principales reclamos: su proximidad al Palacio de  la Bolsa de Madrid y su cercanía al parque de El Retiro, el ‘pulmón’ de Madrid: 118 hectáreas de zonas verdes que lo convierten en un verdadero oasis en el centro de la ciudad.

Dicho proceso se ha visto impulsado gracias a que 2015 y 2016 “han sido dos buenos años de contratación de oficinas y a que las compañías cada vez son más exigentes a la hora de buscar sede”, tal y como destaca Ignacio Martínez-Avial, director general de desarrollo de negocio corporativo de Aguirre Newman.

Una muestra del creciente interés por los edificios exclusivos de oficinas en esta zona, eminentemente residencial, es el hecho de que Mapfre comprara a mediados de 2015 el emblemático edificio del número 6 de la Plaza de la Independencia, ubicado frente a la Puerta de Alcalá y con una de las mejores vistas al madrileño Parque del Retiro, con intención de rehabilitarlo, un proceso similar al que ha ocurrido con otros como los situados en la Plaza de la Lealtad 2, en el número 12 de Alfonso XII o en Antonio Maura, por poner algunos ejemplos, edificios que se han remozado íntegramente en su interior para dotarse de plantas diáfanas que puedan cubrir las necesidades de espacio que hoy tienen las compañías.

Ello ocurre debido a que el futuro del sector de oficinas en este enclave pasa por la rehabilitación, tal y como destaca el directivo de Aguirre Newman, quien explica que además las remodelaciones se están aprovechando para dotar a los edificios de certificaciones de excelencia energética, con medidas para el ahorro de luz y agua, junto a mejoras ambientales para los usuarios de las compañías que allí se asienten. Unos añadidos con los que estos inmuebles se colocan en condiciones de competir con las oficinas ubicadas en los mejores edificios de Serrano, Paseo de la Castellana o Azca, con el plus de que tienen El Retiro en frente en lugar de un mar de hormigón.

 

Jose Mittelbrum, director nacional de Advisory & Transaction Investor Leasing Services en CBRE España afirma que –con independencia del papel que pueda tener Madrid como centro financiero en caso de Londres lo pierda tras el Brexit, “algo que todavía es muy pronto para saber” a pesar de que el Gobierno autonómico madrileño haya anunciado que ya está trabajado para convertir a la capital en la nueva ‘city’ de Europa-  lo cierto es que “con el nuevo ciclo económico las empresas vuelven a ver el centro de Madrid como una opción para sus oficinas”.

Y esto es posible gracias a la influencia de El Retiro, que se ha convertido es un polo de atracción para las empresas que se preocupan por el ‘bienestar y la salud de sus empleados’ y por el que están dispuestas a pagar unas rentas más elevadas. Por ello, los propietarios de los inmuebles han aprovechado las reformas para dotar estos edificios de parking de bicicletas e instalar duchas para los empleados que quieran salir a practicar deporte al parque antes de entrar a trabajar o durante sus periodos de descanso.

 

A pesar de este flamante oferta terciaria, el director de oficinas de Knight Frank, Raúl Vicente, recuerda que Jerónimos es un barrio fundamentalmente residencial, aunque “encontramos ciertos edificios históricos, con fachadas emblemáticas, que siguen siendo atractivos para cierto tipo de compañías: algunos bufetes de abogados y asesorías jurídicas y financieras se ven atraídas por el entorno”. Sin embargo, desde Knight Frank, creemos que el futuro de esta zona pasa por la reconversión de los edificios a otros usos como el residencial y el hotelero”.

Respecto al sector  residencial, Raúl Vicente recuerda que “Jerónimos es el barrio con menor oferta de viviendas nuevas y los precios en la zona se revalorizan a una media del 8% interanual, por lo que la reconversión a residencial para llevar a cabo proyectos de lujo en la zona tiene mucho sentido. Mientras que a nivel hotelero, la proximidad al Retiro así como su ubicación en el Triángulo del Arte, le posicionan como un destino privilegiado para los turistas”.

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