La CEOE cree que la reforma de Sociedades puede ser inconstitucional

Impuesto Sociedades

La CEOE cree que la reforma de Sociedades puede ser inconstitucional

Juan Rosell, presidente de la CEOE

La patronal ha hecho público un informe sobre las medidas tributarias aprobadas por el Gobierno “tras consultar a varios expertos”. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) cree que las “trascendentales modificaciones” en el Impuesto de Sociedades “podrían constituir motivo de inconstitucionalidad”. Esta es una de las conclusiones de un informe hecho público hoy por la patronal sobre las medidas tributarias aprobadas por el Gobierno “tras consultar a varios expertos en la materia”.
 
Según este informe, “la retroactividad -al menos económica- de las modificaciones realizadas al impuesto no es admisible sino que es una técnica legislativa muy perjudicial, manifiestamente mejorable y deja en muy mal lugar la imagen de España”. Asimismo, la patronal señala que estas medidas deben, por lo general, anunciarse con la debida antelación y tratarse con los afectados, dando el tiempo necesario para recibir aportaciones y dejando que los grupos parlamentarios puedan proponer enmiendas, algo que en este caso no se ha hecho.
 
La CEOE indica también en este informe que “no es admisible vivir en una continua reforma de los tributos”, recordando que el actual Real Decreto que modifica el Impuesto de Sociedades reforma otras normas aprobadas en 2013. “Y, entre tanto, se ha producido un proceso de reforma fiscal que supuso una ley nueva del Impuesto aplicable para el ejercicio 2015 y que, aunque se suponía que debía dar estabilidad al impuesto a medio plazo, ya se está enmendando”.
 
El informe no hace más que confirmar las declaraciones que hizo la semana pasada el presidente de la CEOE, Juan Rosell, durante un desayuno informativo de Europa Press, en las que calificaba la reforma del Impuesto de Sociedades como un “desprestigio absoluto” para la marca España porque, “cuando la seguridad jurídica es una de las principales circunstancias que miramos los empresarios españoles para interesarnos por invertir en otros países, el Gobierno español no debería cambiar las reglas del juego a mitad del partido o, incluso, cerca del final del mismo”.

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