La industria española: víctima de la crisis y gran olvidada del Gobierno

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La industria española: víctima de la crisis y gran olvidada del Gobierno

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La crisis redujo el peso del sector en el conjunto de la economía y ahora se encuentra ante el peligro de perder el tren de la revolución tecnológica. La industria española ha perdido peso en el conjunto del Producto Interior Bruto (PIB) desde mediados de los años 90 en favor de los Servicios. El sector ha pasado de contribuir con un 19,8% al conjunto de la economía en 1995 al 16,4% en 2015, según el Instituto Nacional de Estadística. Para los sindicatos, en este retroceso, además de la crisis, ha influido el “desinterés” del Gobierno en frenar el retroceso del sector industrial, una tendencia que creen que continuará en la próxima legislatura a la vista de que se ha eliminado el Ministerio del ramo para integrarlo en la cartera de Economía.
 
Almudena Semur, Coordinadora del Servicio de Estudios del IEE, explica que “nuestro país durante la crisis realizó un gran ajuste en el sector de la construcción y en menor medida en la industria, apostando por la terciarizacion de nuestra economía, prueba de ello es que el peso del sector servicios en términos de VAB y empleo supera el 70% del PIB, es decir, casi 10 puntos desde el año 2007”, explica la analista del IEE.
 
Esta apuesta tuvo su reflejo en el empleo. Según un informe del Servicio de Estudios de la Caixa, en esos 20 años la industria española perdió un 15% de puestos de trabajo, mientras que el resto de sectores ganó un 37%.
 
Paralelamente, se redujo la producción, especialmente entre 2007 y 2011, los años más duros de la crisis. Según el INE, el Índice de Producción Industrial (IPI) se situaba en octubre de 2007 en 137,839, su máximo histórico, y bajó hasta 96,967 en octubre de 2011 para volver a caer -tras una leve mejoría en 2015- hasta 96,085 en octubre de 2016.
 
Para el secretario de Política Industrial de UGT-FICA, Carmelo Ruiz de la Hermosa, el retroceso de la industria española es “una barbaridad” ya que, en su opinión, este sector tenía que haber sido el que “tirara de la economía” durante los años de crisis, entre otras cosas porque concentra un trabajo de mayor calidad que el del sector Servicios.
 
A juicio del representante de UGT-FICA, la delicada situación que vive la industria en los últimos años se ha agravado por “el desinterés” del Gobierno en este sector, que se ha hecho patente con la reciente ‘eliminación’ del Ministerio de Industria para “diluirlo” dentro de la cartera de Economía. Además, Ruiz de la Hermosa considera equivocado separar la política energética (competencia ahora del Ministerio de Energía, Tursimo y Agenda Digital) de la industrial porque para muchas empresas los costes energéticos suponen el 60% o 70% del total.
 
Un futuro lleno de incertidumbre
 
El futuro inmediato del sector industrial no está nada claro. Para la analista del IEE Almudena Semur “la incertidumbre internacional así como la ralentización del crecimiento” económico, previsto para 2017, moderarán el avance de la industria española.
 
Para UGT-FICA, sin embargo, lo que realmente determinará el futuro del sector será si España responde a los retos de las nuevas tecnologías, un tren al que ya se ha subido, por ejemplo, Alemania. “La digitalización de la industria supondrá dos millones de nuevos empleos”, indica Ruiz de la Hermosa, una oportunidad que España tiene que aprovechar. Para conseguirlo, la prioridad según el portavoz de UGT-FICA, debe ser invertir en formación “desde los institutos”.
 
En la misma línea se posiciona CCOO de Industria que, en un informe sobre la ‘industria 4.0’, alerta de que “los empleos del futuro requieren de una formación que ahora no se da, mientras que los jóvenes necesitarán una sólida base teórica, una buena formación práctica y estar en contacto con el mundo del hardware y del software”. Este proceso se debe acompañar de “un esfuerzo importante de la parte formativa” así como, “de inversión en I+D+i para que España se enganche al tren de la modernización tecnológica que han puesto en marcha muchos países de nuestro entorno”, añade.
 
Sin embargo, la pasividad del Gobierno ante la modernización de la industria es notable, como demuestra, según explica Ruiz de la Hermosa, el hecho de que ningún representante de alto nivel del Gobierno acudiera a la firma de la Declaración por la Industria que hace unas semanas firmaron los agentes sociales para instar al Gobierno y a los legisladores a asumir un Pacto de Estado que permita impulsar este sector y lograr el objetivo marcado por la Unión Europea de incrementar hasta el 20% el peso de la industria en el PIB de aquí a 2020.

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