Bankia cree que “todo lo que rodeaba a las tarjetas era opaco”

Tarjetas Black

Bankia cree que “todo lo que rodeaba a las tarjetas era opaco”

    Sede de Bankia

    Bankia se disputa con el FROB el dinero de las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid. Todo lo que rodeaba a las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid era “opaco”, desde su “autorización y emisión” hasta el modo en el que se “gestionaban”, “de una forma que no tiene comparación en todo el sector financiero español”, ha defendido el abogado de Bankia, Joaquín Burkhalter, durante el juicio en el que se sientan en el banquillo 65 exconsejeros y directivos de la malograda entidad por el uso de estos plásticos.
     
    “¿De verdad se nos quiere hacer ver que durante siete años ningún miembro de la comisión de control se dio cuenta de que no estaba la disposición de la tarjeta en la Comisión de Retribuciones? ¿Es eso creíble?”, se ha preguntado el letrado durante la presentación de las conclusiones.
     
    A su juicio, “ninguno” de los implicados en el proceso ha conseguido acreditar que los gastos efectuados por los plásticos fueran en función de su actividad dentro de la caja extinta, sino que eran “puramente para gastos personales en restaurantes, bares, grandes superficies, joyas, obras de arte, farmacia, enseres domésticos, libros etc”.
     
    Bankia ha apuntado en primer lugar en Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2010, y a Rodrigo Rato, su sucesor al frente de la misma y posteriormente en Bankia, de los que ha dicho que “se excedieron, y mucho, en el uso de sus facultades” y para los que pide tres años de prisión a cada uno. Para el abogado, además, Blesa y el que fuera director de Medios, Ildefonso Sánchez Barcoj, son los verdaderos artífices de esta práctica y a ellos les corresponde el “mayor protagonismo y por tanto reproche”.
     
    El abogado de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri ha defendido asimismo, en contra de la tesis del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que Bankia es el principal afectado por el uso de estas tarjetas. “Es evidente que si no se hubieran apropiado ilícitamente de los 12,5 millones de euros (cargados a las tarjetas entre 2003 y 2012), éstos hubieran estado en el patrimonio de Caja Madrid y hubieran sido segregados por Bankia, la cual resultó perjudicada”, ha destacado.

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