Éstos son los sectores empresariales más beneficiados con la victoria de Trump

Sectores contentos con Trump

Éstos son los sectores empresariales más beneficiados con la victoria de Trump

    Donald Trump, presidente electo de EEUU

    El programa electoral del nuevo presidente fortalece sectores económicos que parecían condenados. La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha deparado un vuelco en varios sectores económicos, que basados en el programa electoral del republicano han visto incrementar o decrecer su perspectiva financiera.
     
    Ejemplo de claros vencedores: La industria militar, las farmacéuticas, las petroleras y gasísticas y las empresas encargadas de las infraestructuras.
     
    Los claros derrotados: Las energías renovables, los fabricantes de coches y todos aquellos bancos y negocios con alta penetración en Méjico.
     
    La industria militar
     
    La presidencia de Trump puede sentar de maravilla a un sector que durante la Administración Obama sufrió altibajos. El republicano ha prometido nuevos programas de defensa que incluyen el reemplazamiento del material antiguo y el desarrollo de una nueva flota de buques de guerra, y de escuadrones de caza. Eso supone, adelantó el propio Trump, una inversión constante y a largo plazo en un sector estratégico en la economía estadounidense.
     
    Farmacéuticas
     
    El programa en Sanidad de Donald Trump dista absolutamente del llevado a cabo por Barack Obama. El presidente saliente instauró la conocida como ‘Obamacare’, donde millones de desfavorecidos tenían acceso a la sanidad pública. El nuevo presidente ya ha advertido que esa Ley será tumbada para instaurar la “Healthcare reform to make America great again”, donde se vuelve a dar prioridad al libre comercio sobre el derecho.
     
    De esta manera, empresas como Pfizer y Allergan han llegado a subir por momentos por encima del 10% desde que se confirmara la victoria republicana.
     
    Petroleras y gasísticas
     
    Donald Trump ha anunciado varias medidas que repercuten directamente a empresas del sector energético. Para empezar, asegura que hará de Estados Unidos “un país energéticamente 100% independiente”. Para ello propone abrir nuevas áreas del país para encontrar y extraer pozos de petróleo y gas.
     
    Además ha advertido en más de una ocasión que pretende cancelar el acuerdo del clima de Paris, firmado por casi 200 países del mundo. Trump no cree en el ‘cambio climático’ y, por lo tanto, no ve ningún problema en el desarrollo y apoyo de industrias altamente contaminantes.
     
    Infraestructuras
     
    Las empresas relacionadas con grandes obras de infraestructura están de enhorabuena también. Y por tanto el sector de la construcción. Trump asegura que van a reparar “nuestras ciudades, reconstruiremos nuestras autovías, los puentes, los túneles, los aeropuertos, escuelas y hospitales”.
     
    Su posición provocó que nada más se supiera su triunfo muchas compañías de cobre que se utiliza en la construcción incrementaran su valor. Glencore y Antofagasta, por ejemplo, subieron por encima del 7%.
     
    Las energías renovables
     
    Las empresas que gestionan y desarrollan energías renovables, al contrario que las anteriores mencionadas, ven con incertidumbre la llegada del nuevo tiempo. Donald Trump mantiene una retórica profundamente contraria a las renovables, como se aprecia en su posición respecto al acuerdo climático de Paris. Una persona que asegura que el cambio climático es una mentira no parece estar muy dispuesto a invertir en este tipo de industrias.
     
    De hecho, asegura que es una energía “muy cara” y que “mata a todos nuestros pájaros”. Reacción inmediata: Gamesa cayendo por encima del 4%.
     
    Fabricantes de coches
     
    Las empresas que tienen mucha penetración en el mercado mejicano están sufriendo a estas alturas el anticipo de lo que podría ser si Donald Trump cumpliese a raja tabla sus promesas. Las empresas fabricantes de coches, que tienen en Méjico – bajos costes salariales – muchas de las plantas de fabricación, han perdido en lo que va de jornada porcentajes elevados de valor comercial.

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