El auditor del FMI revela presiones políticas en el rescate a Grecia

Grecia

El auditor del FMI revela presiones políticas en el rescate a Grecia

Fondo Monetario Internacional (FMI)

Un informe del organismo critica que la asistencia financiera se hiciera sin reestructurar la deuda helena. El FMI se plegó a presiones políticas en la gestión de la crisis de la eurozona. Así lo asegura el informe de la Oficina de Evaluación del FMI, que admite que hubo un conflicto de intereses entre el organismo y las Instituciones: “La principal preocupación de las autoridades europeas consistía en preservar la estabilidad del proyecto de moneda única. En contraste, la responsabilidad del FMI también se debía al Estado que pedía la ayuda financiera”, sentencia el documento.
 
Por ejemplo, en el caso de Grecia el FMI asegura que la institución debería haber valorado con el debido rigor las consecuencias adversas de no acometer una reestructuración de la deuda griega antes del rescate. El auditor afirma que la deuda ya era insostenible y que fueron “interferencias políticas” de las autoridades europeas las que provocaron que el flujo de financiación a Grecia se hiciera de “manera superficial” y que no se reestructurara la deuda.
 
El informe asegura que el rescate heleno y portugués se hicieron sobre previsiones de crecimiento “demasiado optimistas”, provocando un desajuste en el impacto que la consolidación fiscal haría sobre el PIB y la deuda de cada país. No obstante, los diferentes puntos de vista y las discusiones que ello generaba en el seno de la `troika´ redujeron agilidad en las negociaciones, afirmando que al tratar con políticos esto influía en las “recetas”: «Dado que la Comisión negociaba en representación del Eurogrupo, la forma de trabajar de la troika potencialmente sometió los juicios técnicos de la plantilla del FMI a presiones políticas desde una fase temprana», critica.
 
El informe presentado ayer censura además la falta de transparencia que ha tenido el FMI durante la gestión de la crisis de la eurozona, asegurando que algunos asuntos delicados fueron tratados “fuera de los canales establecidos” saltándose una deliberación a fondo de su Consejo directivo, o incluso sin la participación de los representantes del organismo. Si bien asegura que el riesgo de contagio también pudo haber contribuido a esa «precipitación».
 
En esta línea, el informe del auditor recomienda que de ahora en adelante se establezcan procedimientos que minimicen la intervención política en los análisis técnicos del FMI, poniendo como ejemplo el proceder que hubo en el rescate irlandés. Según el informe, el FMI era partidario de que los acreedores de los bancos encajasen pérdidas, pero las autoridades europeas “impusieron” su protección para evitar, afirmaban, el contagio.

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