Telefónica mantiene el compromiso con el dividendo y bate a sus rivales en rentabilidad

Especial Telecomunicaciones VI

Telefónica mantiene el compromiso con el dividendo y bate a sus rivales en rentabilidad

Telefónica

La retribución aprobada para el presente ejercicio supone una rentabilidad del 7,9% a los precios actuales de cotización. Mantener la retribución al accionista es una de las prioridades del nuevo presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, quien ante la reciente junta de accionistas de la compañía mantuvo la promesa de su predecesor César Alierta de abonar un dividendo de 0,75 euros por el ejercicio 2016. Fue uno de los puntos más importantes en su discurso y borró de este modo las incertidumbres que había despertado el veto de la Comisión Europa a la venta de O2 a Hutchison.

“Telefónica tiene una clara orientación al accionista y un firme compromiso para ofrecerles una atractiva remuneración”, afirmó en la primera reunión de accionistas de la teleco con él como primer ejecutivo.

La junta ratificó la política de retribución. Aprobó el pago del dividendo de 2016, que se compondrá de un primer tramo de 0,35 euros por acción a pagar a partir del próximo mes de noviembre –que podrá tener la fórmula de scrip dividend’- y de un segundo tramo de 0,40 euros que se repartirá en el primer semestre de 2017.

La retribución aprobada para el presente ejercicio supone una rentabilidad del 7,9% a los precios actuales de cotización, lo que implica la mayor rentabilidad por dividendo de entre las empresas del índice paneuropeo Eurostoxx 50. También muy por encima de sus competidores. Así, por ejemplo, esta ratio se sitúa en el 3,9% en el caso de Orange y en el 3,4 en el de Deutsche Telekom.

Pero además de confirmar el dividendo, Álvarez-Pallete también ha reiterado los objetivos financieros para este año, que están por encima de la ambición a dos años que hizo pública la compañía en febrero de 2015. Telefónica se ha marcado como meta acelerar el incremento de sus ingresos por encima del 4%, impulsado por una mayor monetización de los datos en todos los negocios. Además, prevé maximizar las eficiencias de integración y simplificación para estabilizar el margen operativo y mantener el nivel de inversión, con una ratio sobre ingresos de alrededor del 17%.

La multinacional española también quiere seguir gestionando su cartera de activos priorizando la mejora del retorno del capital empleado y la disminución de la deuda. En este sentido, su objetivo es situar por debajo de 2,35 veces la ratio de deuda neta sobre Oibda a medio plazo.

Telefónica espera seguir mejorando su endeudamiento gracias a la generación de caja prevista y a otras operaciones de gestión de su portafolio de activos, como por ejemplo la posible salida a Bolsa de Telxius, la filial de infraestructuras que engloba torres de telefonía móvil y cables submarinos. Esta operación podría producirse en julio, aunque todo dependerá de la situación de los mercados financieros.

A la espera de conocer el desenlace de esta salida a Bolsa, los resultados de la compañía en el primer trimestre del año confirmaron las expectativas. Telefónica obtuvo un beneficio de 776 millones de euros en el primer trimestre, un 56,9% menos que en el mismo periodo de 2015, aunque esta variación interanual está afectada por un impacto positivo fiscal no recurrente en el primer trimestre del año pasado. Eliminando dicho impacto, el beneficio habría crecido un 26%. En términos orgánicos, todas las unidades de negocio mostraron un crecimiento rentable.

Además, Telefónica España consolidó la mejora del negocio. Así, por primera vez desde el tercer trimestre de 2008, el negocio en España presentó un crecimiento simultáneo de ingresos y Oibda, que superó las estimaciones del mercado, algo que destacaron analistas como Morgan Stanley, Goldman Sachs, Citi o Fidentis, entre otros.

Los resultados de la operadora mostraron que el negocio del grupo de telecomunicaciones en España se vio impulsado especialmente por la oferta convergente, Movistar Fusión, que creció más de un 26%. Los ingresos por este servicio sumaron 979 millones de euros y supusieron más del 30% de los ingresos de la compañía en su mercado doméstico. En número de clientes, Movistar Fusión residencial alcanzó los 4,2 millones de contratos, un 9% más.

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