El escándalo de la petrolera monegasca Unaoil vuelve a salpicar a ACS

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El escándalo de la petrolera monegasca Unaoil vuelve a salpicar a ACS

Sede de ACS

Las nuevas revelaciones sobre uno de los mayores casos de corrupción de los últimos años implican directamente a dos directivos de Leighton, filial de ACS. La sombra de la corrupción vuelve a cernirse sobre ACS. La constructora que preside Florentino Pérez se ve envuelta una vez más en el escándalo de la petrolera monegasca Unaoil tres años después de que aflorasen los primeros indicios de sobornos a cambio de contratos a través de su filial australiana Leighton, recientemente rebautizada como Cimic.

Como entonces, el caso lo ha destapado con minuciosidad de detalles el rotativo The Age en colaboración con The Huffington Post. En un amplio reportaje titulado ‘The Bribe Factory’ (‘La fábrica de los sobornos’) detalla como la familia Ahsani urdió una amplia red de sobornos a través de la marca Unaoil, cuyas prácticas quedaron al descubierto hace unas semanas tras un registro en profundidad de su sede central en el Principado de Mónaco.

El modo operativo de Unaoil se basaba en reuniones con compañías interesadas en conseguir contratos en países árabes con gran peso del petróleo en sus economías donde se presentaban como un sólido intermediador para la consecución de proyectos. Por sus servicios requería el pago de abultadas sumas económicas que luego empleaba para sobornar a funcionarios y altos cargos de los países contratantes. De este modo se aseguraban cuantiosas partidas y el éxito de su negocio.

La firma monegasca centraba su actividad en países con mucha inestabilidad como garante frente al riesgo añadido que para muchas compañías de primer orden mundial representaba el salto a los mismos. Así, compañías de la talla de Samsung, Hyundai, Petronas, Rolls Royce, ACS y la también española Técnicas Reunidas habrían sucumbido a sus presiones para ganar cuota de mercado en países de todo Oriente Medio y, especialmente en Irak, Libia o Siria.

Los lazos hacia la constructora de Florentino Pérez se trazan desde Cimic, filial al 74% de la alemana Hochtief, filial a su vez de la matriz española del grupo ACS. El reportaje publicado este fin de semana detalle los pagos realizados por la entonces conocida como Leighton Holdings a la sociedad monegasca de los Ahsani. Una maniobra mediante la cual el grupo se habría asegurado la construcción de un oleoducto en Irak por cerca de 2.000 millones de dólares.

Esta última entrega periodística del escándalo, que lleva por título ‘Unaoil y Leighton: pactos sucios y dobles cruces’, apunta directamente a dos de los entonces máximos directivos de la compañía australiana: Russell Waugh y Peter Cox. Ambos habrían intercambiado correspondencia electrónica con representantes de distintas marcas del aglomerado monegasco, en los que incluso se habla de las cantidades monetarias establecidas para conseguir sus servicios ante las autoridades iraquíes. Estas revelaciones ahondan las acusaciones que ya en 2013 se vertieron sobre la cotizada australiana, que sufrió un abultado castigo en la Bolsa de Sídney.

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