El Estado también ha registrado un déficit del 0,78% del PIB en este primer trimestre. Un porcentaje mejorado respecto al mismo periodo del 2015 cuando se situó en el 0,99%. El déficit consolidado de las administraciones públicas, sin contar a los ayuntamientos, registró en febrero los 12.684 millones de euros: un 1,13% del PIB, unos números que bajan al 1,11% si se descuentan los 239 millones que se dieron a la banca. En niveles interanuales, en 2015 la cifra se situó en el 0,92%. Un déficit que también ha sufrido el Estado en este primer trimestre de 2016: el 0,78% del PIB. Unos números mejorados con el mismo periodo de 2015 cuando el porcentaje se quedó en el 0,99%.
Las explicaciones que han salido desde el Ministerio de Hacienda han culpado al menor superávit del Fondo de Garantía de Depósitos, ya que a partir del 1 de enero de 2016 las entidades de crédito deben realizar las aportaciones al Fondo Único de Resolución Europeo.
La Administración Central tampoco ha escapado al déficit en el mes de febrero al ascender la cifra hasta los 12.625 millones de euros. En cambio, los Organismos de la Administración Central sellaron el segundo mes del año con un superávit de 571 millones, frente al saldo positivo de 1.226 millones en el mismo mes de 2015. Al mismo tiempo, los Fondos de la Seguridad Social han registrado un superávit de 1.455 millones.
En cuanto a las comunidades autónomas, el saldo negativo ha sido la tendencia de este febrero con un déficit de 1.275 millones de euros, 265 más que en el mismo mes de 2015. Considerando todo el primer trimestre, el Estado registró un déficit de 8.760 millones de euros, un 18,2% menos que en el mismo trimestre del año anterior y el equivalente al 0,78% del PIB.
Respecto a los ingresos de este primer trimestre del año se situaron en los 42.207 millones de euros, sólo un 0,2% menos que hace un año. Los ingresos fiscales, impuestos y cotizaciones se quedaron en los 39.300 millones, un 1,7% menos que en el mismo periodo de 2015. Los ingresos por IRPF también se han reducido en un 2,7%, por las menores aportaciones del trabajo y del capital, según Hacienda. Aun así, estos descensos, matiza el ministerio, se han compensado en parte con los mayores ingresos por el Impuesto de la Renta de los no residentes, que han pasado del 239 millones en 2015 a 539 millones en 2016.
