La Comisión Europea permitirá a los Estados miembro mayor flexibilidad para la aplicación de los tipo de reducidos de IVA, lo que abre la puerta a los países a reducir o dejar a tasa cero el impuesto a los productos higiénicos femeninos. Bruselas tiene previsto aprobar la semana que viene una propuesta para reformar las directrices del impuesto sobre el valor añadido que dará más libertad a los Estados miembro para aplicar los tipos reducidos, o incluso eliminarlos para determinados productos. Esto abriría la puerta a que los países pudieran suprimir el IVA a los tampones, algo que reclama el Gobierno de Reino Unido ante las recientes protestas ciudadanas al respecto en pleno debate sobre el ‘Brexit’.
Para salir adelante, las propuestas de la Comisión Europea para otorgar más manga ancha en la aplicación del impuesto reducido deben ser aprobadas de forma unánime por los 28 Estados miembro, así como por el Parlamento Europeo. En el primer caso, el Ejecutivo británico ha conseguido que todos los países respaldaran la posibilidad de eximir de impuestos a los productos higiénicos femeninos.
El texto aplaude de forma específica que el nuevo régimen del IVA “ofrezca la opción a los Estados Miembros de una tasa cero a productos de calificación sanitaria”, recoge Financial Times. Queda camino para la posible eliminación del ‘tampon tax’, pero se dibuja el camino.
La legislación actual sobre el impuesto sobre el valor añadido en la UE establece que los Estados miembro deben aplicar un tipo general mínimo del 15% y pueden establecer un tipo reducido, que no puede ser más bajo del 5%, a los productos y servicios de una lista que se detalla en la misma normativa. Si los Estados quieren añadir productos a esta lista o bajar algunos de ese 5%, deben entrar en disputa con las autoridades comunitarias.
Es lo que hicieron recientemente Francia y Luxemburgo para extender las tasas bajas de los libros en papel a los libros electrónicos, algo que desestimaron los tribunales europeos. Ahora Reino Unido está luchando por que el impuesto a los productos higiénicos femeninos se reduzca a cero. Allí se les aplica actualmente un IVA del 5%, mientras que en España es del 10%.
Ahora, la propuesta de la Comisión Europea para el cambio en los gravámenes cuenta con dos opciones: ampliar la lista de productos y servicios a los que se les puede aplicar el tipo reducido y dar mayor flexibilidad para bajarlos o dejarlos a cero, o, directamente, acabar con las restricciones y permitir a cada país fijar sus tipos de IVA. En este último caso, se impondrían algunas normas básicas encaminadas a evitar la competencia entre los Estados miembro.
En todo caso, serían los Estados miembro los que decidirían por tanto, qué tipo de impuesto añadido aplicar a los productos higiénicos femeninos en su paíes. Podrían optar por eliminarlo, bajarlo a un tipo más reducido o dejarlo como está.
