El Banco Central de China ha reducido en 50 puntos básicos el coeficiente de reserva de capital exigido a los bancos del país, hasta el 17%. Los esfuerzos emprendidos por China con tal de impulsar de nuevo un crecimiento económico en pleno período de estancamiento aún no han parado. La noticia queda en que el último intento llega a manos del Banco de China: Pekín ha apostado por una estrategia que asegure una mayor inyección de dinero al sistema bancario, con tal de garantizar un flujo de créditos a prestatarios corporativos y familias.
Los datos no mienten: las últimas tendencias de crecimiento de China demuestran que el Gigante Asiático se encuentra es su momento más débil registrado desde el arranque de siglo, y ahora se espera que la desaceleración se acuse incluso más. De momento, el miedo provoca que el resto de economías del globo intenten defenderse de la amenaza evidente que son los frenazos crónicos de las economías emergentes, y que ya han provocado más de una tensión en los mercados.
La medida llega en la forma de un recorte de requisitos a la Banca: el Banco Central de China ha reducido en 50 puntos básicos el coeficiente de reserva de capital exigido a los bancos del país (el RRR), hasta el 17%, concretamente. El movimiento viene a confirmar que Pekín considera que la vuelta al crecimiento sigue siendo clave para asegurar la estabilidad económica del país.
El último recorte también está destinado a contrarrestar el impacto negativo que han tenido en la economía china las últimas salidas masivas de capital, y pretende renovar la confianza en el mercado de valores de China, que sigue en caída libre.
A recordar que este mismo febrero el Banco Popular de China amplió su estrategia ahora gestionar las reservas de dinero a través de un aumento de la frecuencia de las operaciones de mercado abierto. Este tipo de operaciones, que tienen un impacto considerablemente similar al de los recortes en la ratio RRR, se consideran más flexibles, ya que el tamaño y duración de de las inyecciones de capital se puede calibrar con más facilidad.
