La compañía de origen andaluz ya ha trasladado de la consultora KPMG, que intermedia en las negociaciones, su plan financiero para evitar el concurso. Abengoa ya ha puesto sobre la mesa el plan financiero con el que pretende evitar entrar en concurso de acreedores cuando finalice el plazo de los cuatro meses de negociaciones tras solicitar el preconcurso el pasado mes de noviembre. En su propuesta, la compañía de infraestructuras incluye la solicitud de un crédito de entre 650 y 750 millones de euros de liquidez adicional.
Estas serían las necesidades de la empresa de origen andaluz para mantener la actividad a partir de abril, que se sumarían al crédito de 165 millones para pagar las facturas a los proveedores y las nóminas a los trabajadores en febrero y marzo.
Las cifras que se barajaban inicialmente eran más altas, pero Abengoa habría rebajado el importe de sus necesidades ante las mejores perspectivas de venta de activos.
La consultora KPMG, intermediaria entre empresa y acreedores, analizará ahora tanto la parte financiera como la industrial del plan de viabilidad con el que Abengoa quiere evitar el mayor concurso de acreedores de la historia española, con un pasivo que rondaría los 25.000 millones.
Según publica Reuters, que cita a una fuente cercana a las conversaciones entre Abengoa y los acreedores, “entre el 20 y el 25 de febrero, KPMG debería tener una solución global para bancos y bonistas”.
De acuerdo a estas informaciones, esta solución contemplaría una reestructuración financiera, con canjes de deuda por capital y posibles quitas para reducir la deuda corporativa a la tercera parte, aunque los bancos ya han mostrado su rechazo a esta última opción.
Por otro lado, Talbot Hughes McKillop (THM), que representa a los principales bonistas del grupo, continuará con las negociaciones para inyectar de manera inminente unos 165 millones de euros que ha pedido Abengoa para afrontar los próximos dos meses.
