Un reciente estudio muestra la gran expansión de la venta legal de cannabis: el año pasado facturó 4.800 millones en EEUU y se espera la cifra a los 6.000 millones este año. La venta de marihuana ya no es solo cuestión de cultivos ocultos en armarios con lámparas o intercambios callejeros. La legalización de su consumo con ciertos fines en algunas regiones de EEUU y países de América Latina ha convertido el comercio legal de cannabis en un negocio en expansión.
Según un reciente informe las firmas de análisis e inversión ArcView Group y New Frontier el año pasado generó tan solo en EEUU 5.400 millones de dólares (unos 4.800 millones de euros), frente a los 4.600 millones (algo más de 4.100 millones de euros) de 2014, según New York Times.
Para este ejercicio, se espera que la demanda siga fuerte y crezca a los 6.700 millones (6.000 millones de euros), pero no acabará así, pues los analistas estiman que a medida que se vaya legalizando en los distintos Estados del país norteamericano. En Colorado, Alaska y Oregon ya está permitido el comercio de cannabis al por menor, mientras que en un total de 23 Estados se ha legalizado su uso terapéutico, y en otros cuatro (Florida, Ohio, Missouri y Pennsylvania) se está avanzando también en la regulación de su consumo con fines médicos.
GreenWave Advisors, una agencia de investigación y análisis financiero de la industria emergente de la marihuana legalizada ya adelantó que el año 2016 supondría un “punto de inflexión” en la transición de la prohibición de la marihuana a una forma de mercado legal regulado en la mayoría de los Estados restantes. Con esta perspectiva, el citado estudio se muestra optimista con el negocio para los próximos años y pronostica unos ingresos de 21.800 millones (unos 19.500 millones de euros) en 2020.
Pero aunque las barreras regulatorias están disminuyendo, y el interés federal en la investigación sobre el uso de la marihuana médica es cada vez mayor, el informe también advierte de vientos en contra para el negocio. Según apunta el periódico neoyorquino, las empresas que se dedican a la venta legal de cannabis se enfrentan a elevadas cargas fiscales y no pueden obtener financiación de los bancos, por lo que muchos inversores podrían mostrarse, de momento, reticentes a entrar en este mercado.
También cuenta con otros obstáculos, y es que la marihuana aún cuenta con cierto estigma, por lo que estiman que la atracción de Wall Street por el negocio será a largo plazo.
