“Todo el mundo” tenía que conceder préstamos a proyectos “inviables” si quería que la entidad siguiera adelante. El exdirector general de Caja Castilla-La Mancha (CCM) Ildefonso Ortega ha defendido hoy ante la Audiencia Nacional el carácter provisional de la contabilidad remitida al Banco de España al tratarse de un “avance parcial y supervisable” dirigido al departamento de balances. Las cuentas de la malograda entidad arrojaron en 2008 unas pérdidas de 182 millones de euros, frente al beneficio de 30 que se presentaron inicialmente.
Durante la primera jornada del juicio sobre la presunta ocultación de pérdidas de la caja de ahorros, Ortega ha argumentado que dichas cuentas “no pueden ser públicas” porque “jamás, jamás, jamás” fueron ni formuladas ni aprobadas por la junta general de accionistas al no contar con datos suficientes para el balance, según recoge la agencia Efe.
Por ello tampoco se pudo remitir el consiguiente hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tal y como exige la institución.
“Yo no tenía ningún tipo de interés en alterar la contabilidad recogiendo los resultados en la cuenta de patrimonio porque es algo legal”, ha afirmado Ortega, quien ha añadido que lo único que quería era marcharse cuanto antes de CCM porque “la tensión era insoportable”.
Sobre los préstamos de alto riesgo a proyectos “inviables”, Ortega ha defendido que “todo el mundo” tenía que concederlos si quería que la entidad siguiera adelante, aunque “a ningún banco le gusta tener morosos”.
Por otro lado, el exdirectivo ha reconocido la emisión de cheques de viajes para los directores de las sucursales de CCM, aunque ha matizado que se trata de un “complemento a la retribución” que fue comunicado al Banco de España “con total transparencia y confianza”.
