La citación obedece a una denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción por las retribuciones que percibió la cúpula de la caja entre 2007 y 2010. El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa declarará el próximo 24 de febrero en calidad de investigado, (lo que antes se conocía como imputado) en relación con los sobresueldos que supuestamente recibió la cúpula de la caja.
Ese mismo día lo hará también el exdirector financiero de la entidad y número dos de Blesa, Ildefonso Sánchez Barcoj; Blesa está citado a las 10.00, y Sánchez Barcoj a las 10.40, ante el juzgado de Instrucción nº 45 de Madrid, del que es titularla jueza Luisa María Prieto.
La citación obedece a una denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción por las retribuciones que percibió la cúpula de la caja entre 2007 y 2010 y que, según el FROB, pudieron suponer un perjuicio económico para la entidad de unos 14,8 millones de euros.
El expediente de Caja Madrid remitido a la Fiscalía, en el que se basa su querella, analizaba cuatro tipos de actuaciones concretas. El FROB subrayaba en su informe que en 2008 se aplicó a los miembros de la alta dirección de Caja Madrid una subida salarial “significativamente mayor” que la debida, que algunos casos llegó a superar el 26%.
La retribución fija de esos directivos también ha estado bajo sospecha ya que ha supuesto una posible percepción “indebida” para esas personas de algo más de 2 millones en conjunto y subraya que estos incrementos sirvieron de base para el cálculo de indemnizaciones posteriores.
Por su parte, el salario variable de la alta dirección de Caja Madrid arroja un posible ajuste por “exceso de percepciones” de 1,8 millones ante el exceso de incremento salarial del punto previo, la ausencia de documentación que soportara la fijación de objetivos y el grado de cumplimiento de los mismos en el período comprendido entre 2008 y 2010.
Los informes también han detectado prácticas supuestamente irregulares en las aportaciones de los planes de pensiones. El FROB sospecha que se sustituía la parte que excedía del máximo deducible en el IRPF por una gratificación extraordinaria para los miembros de la alta dirección.
