Los bancos acorazan su caja fuerte ante la posible quiebra de Abengoa

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Los bancos acorazan su caja fuerte ante la posible quiebra de Abengoa

Instalaciones de Abengoa

A la espera de que algunos de los principales acreedores de la sevillana publiquen cuentas anuales, se estima que las provisiones podrían alcanzar ya los 250 millones. Abengoa dispone de tiempo hasta el próximo 27 de marzo para negociar con sus acreedores el reflotamiento de su quebradizo negocio. Sin embargo, los bancos prestamistas se han apresurado a cubrirse ante el peor de los desenlaces posibles para la sevillana y ya han provisionado sus créditos a la cotizada para evitar más turbulencias.

La temporada de presentación de resultados, que ya ha hecho desfilar por la pasarela de la publicación de balances a buena parte de las entidades cotizadas españolas, ha puesto el caso en evidencia. Desde la primera en dar cuenta de sus finanzas de 2015, hasta la última por el momento –Bankinter y Popular, respectivamente- han lanzado un mensaje de tranquilidad que lo es para sus accionistas e inversores, pero no para los de Abengoa: la eventual quiebra de la renovable ya está descontada y cubierta.

El banco presidido por Pedro Guerrero, responsable de dar el pistoletazo de salida en su sector a la rendición de cuentas del ejercicio 2015, ha provisionado ya nueve millones de euros, prácticamente un cuarto de los 36 millones de euros que tiene concedidos en préstamos a la quebradiza Abengoa. Y eso que Bankinter no forma parte del grupo de grandes acreedores de la sevillana que se está encargando de abanderar las negociaciones sobre el plan de viabilidad recientemente esbozado por la compañía.

Los balances anuales del Popular recogen provisiones por 53 millones de euros con el objetivo de amortiguar una posible quiebra de Abengoa. Pero no solo eso, pues los analistas recuerdan que en caso de que finalmente la banca acceda a una abultada quita de deuda para mantener la compañía a flote, el hecho de haber adelantado ya dotaciones para este escenario supondría un menor impacto a futuro, así como una posición de mayor solvencia a la hora de negociar cualquier solución al preconcurso solicitado el pasado 25 de noviembre al juez.

Aunque no se han precisado cantidades, otro que ya habría hecho los deberes por adelantado y que sí se encuentra entre los grandes prestamistas de la renovable sevillana es el Banco Santander. Un alto cargo de la entidad que preside Ana Botín informó a la presentación de cuentas que entre los 435 millones de euros dotados como otras provisiones contra las cuentas del ejercicio 2015, se encontraba su exposición a la todavía cotizada. Sin explicar más que ya se había realizado la dotacíon “que había que hacer”, fuentes financieras señalan que estaría ya cubierta al menos un 25% de su exposición.

Más opaco aún fue el consejero delegado de CaixaBank al explicar que en la entidad habían optado por efectuar provisiones “conservadoras” en torno a su participación en la cartera de deuda de Abengoa. En este sentido, Gonzalo Cortázar explicó que no es política de la catalana el detallar las exposiciones crediticas a un cliente concreto para asegurar la confidencialidad de estas operaciones de financiación. En cualquier caso, y como el resto de sus colegas banqueros, abogó por un plan de consenso que permita salvar a la compañía del abismo de la liquidación.

Hoy por hoy, el pasivo de Abengoa asciende a 9.000 millones de euros, de los que mediante quitas y capitalizaciones vía conversión de deuda en acciones la compañía quiere dar carpetado a dos tercios de la suma: 6.000 millones. El consejo de administración de la sociedad, de cuyo dominio para gestionar la crisis de la compañía podría depender en gran parte la opción final de la banca para apoyar la supervivencia de la sevillana o preferir hacer caja con sus activos, ya ha dado el visto bueno a su plan de viabilidad.

No obstante, todas las posibilidades parecen seguir abiertas después de que la propia compañía reconociese que esta hoja de ruta “no contiene una propuesta de reestructuración financiera”. Así quedaba recogido en el hecho relevante más reciente sobre este aspecto remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En él se apuntaba que cualquier propuesta de refinanciación “deberá ser negociada con los acreedores”, pues el plan aprobado por su renovada cúpula directiva se circunscribe “puramente” a lo operativo.

Toque de atención al Gobierno

En función de los criterios de provisiones fijados por el Banco de España para préstamos de riesgo y las cifras aportadas hasta la fecha por Abengoa, se estima que las entidades españolas de crédito habrían procedido ya a cargar unos 250 millones de euros contra sus cuentas del ejercicio 2015. Puesto que hasta la declaración del preconcurso, la sevillana había afrontado puntualmente todos sus vencimientos de deuda, ninguno de los más de 70 acreedores bancarios con que cuenta habia procedido -al menos formalmente- a provisión alguno por su exposición a la compañía.

Mientras todo esto sucede, los sindicatos acusan al Gobierno de haber desatendido su interés inicial por la situación inicial de la compañía. Gesto que no justifican por el hecho de que el Ejecutivo se encuentre operativo simplemente en funciones a la espera de la formación del equipo de la nueva legislatura. CCOO acusa directamente al ministro de Energía e Industria, José Manuel Soria, de haber entrado en “hibernación” a pesar del “ajetreado día a día” que vive la compañía y el sector por los recortes de actividad y plantilla que podrían llegar a producirse para asegurar la superviviencia de al menos un parte de la sociedad, probablemente la de ingeniería e infraestructuras, según señalan varias fuentes en las últimas semanas, que dejan a las renovables fuera del perímetro de salvamento que finalmente podrían establecer los bancos.

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