Benjumea abandonó la presidencia de Abengoa con una indemnización de más de 11 millones

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Benjumea abandonó la presidencia de Abengoa con una indemnización de más de 11 millones

Sede de Abengoa

Las acciones de Abengoa (clase B) se han desplomado en su regreso al parqué un 69%, hasta los 0,3 euros, tras haber estado suspendidas toda la mañana. Hace apenas dos meses, Felipe Benjumea dejaba la presidencia ejecutiva de Abengoa tras 25 años en el cargo en un movimiento que pretendía desbloquear la ampliación de 650 millones de euros. A cambio, el ejecutivo percibió una indemnización de unos 11,4 millones de euros por parte de la compañía andaluza, que se encuentra ahora en la tesitura de llegar a un acuerdo con sus acreedores para evitar entrar en concurso.

De acuerdo con el informe sobre las cuentas de los nueves primeros meses que recoge el diario Expansión Abengoa reconoce una “indemnización por cese anticipado del anterior presidente ejecutivo”, Benjumea, por un importe equivalente a “11,48 millones de euros correspondientes a indemnización por cese anticipado y obligación de no competencia post-contractual”.

Esa cantidad es la “equivalente al 100% de la retribución percibida por cualquier concepto en el ejercicio inmediatamente anterior”. Tras su cese, Abengoa firmó con Benjumea, ahora presidente de honor, un contrato de asesoramiento que estará vigente hasta diciembre de 2016 y que le reportará una retribución de 1,086 millones de euros anuales.

Benjumea acabó abandonando la presidencia ejecutiva de Abengoa siendo sustituido, como presidente no ejecutivo, por José Domínguez. Al frente de la compañía en labores ejecutivas se sitúa ahora el consejero delegado, Santiago Seage. Estos movimientos, junto con un ambicioso programa de desinversiones, tenían como objetivo facilitar la ampliación de capital de 650 millones de euros. Sin embargo, gran parte del éxito de la operación debía recaer en Gonvarri Steel, filial de Corporación Gestamp, que tenía previsto inyectar 350 millones de euros.

La decisión ayer de Gonvarri de dar marcha atrás en esta operación ha desencadenado una tormenta que ha obligado a Abengoa a anunciar que presentará un preconcurso de acreedores, que otorga un plazo de tres meses para evitar el concurso.

Tras estar suspendidas de negociación, las acciones de Abengoa (clase B) se han desplomado en su regreso al parqué un 69%, hasta los 0,3 euros, después de que la compañía se haya visto obligada a solicitar el preconcurso de acreedores. El desplome se moderaba ligeramente a media sesión de la Bolsa española, hasta una caída de un 51% en 0,587 euros.

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