La banca de inversión ve a Bankia muy lejos de poder devolver el rescate

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La banca de inversión ve a Bankia muy lejos de poder devolver el rescate

    Sede de Bankia

    Las acciones de Bankia cotizan con un descuento de un 11% respecto al precio al que entró el FROB hace ahora tres años. Ayer los inversores se despertaban con la noticia de que los analistas de JP Morgan situaban la recomendación de Bankia en “neutral” con un precio objetivo de 1,37 euros. Si bien este precio supone un potencial de revalorización del valor de alrededor del 15% respecto a la cotización actual, al mismo tiempo pone de relieve que las acciones del banco se encuentran muy lejos de los precios a los que el Estado podría plantearse una desinversión que suponga una recuperación real de las ayudas recibidas.

    Los analistas de JP Morgan se encuentran, además, entre los más optimistas sobre el valor. Mucho más negativos son, por ejemplo, los expertos de Exane BNP Paribas, que el pasado mes de septiembre decidieron colocar la recomendación de Bankia en “infraponderar” con un precio objetivo de 94 céntimos por acción que supone un potencial de caída de casi un 20%. Por su parte, Barenberg sitúa el precio objetivo en 95 céntimos, Credit Suisse en 1 euro y Nomura en 1,10 euros.

    Más en línea con la recomendación de JP Morgan se encuentra Deutsche Bank, cuyos analistas recomiendan “comprar” la acción del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri con un precio objetivo de 1,35 euros, el mismo al que entró el FROB hace algo más de tres años.

    Dada esta situación, no es extraño que el subgobernador del Banco de España y vicepresidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fernando Restoy, anunciase ayer que la privatización de Bankia queda más o menos aparcada hasta el próximo año. “A partir del año que viene se volverán a intensificar los trabajos de revisión de las condiciones de mercados para identificar cuál es el momento más oportuno para proceder a dar pasos adicionales en el camino hacia la completa privatización de la entidad”, señaló durante su intervención en un encuentro organizado por Financial Times en Madrid.

    El Estado inició la privatización de Bankia, de la que controla actualmente un 63% a través de BFA (controlado a su vez al 100% por el FROB), en febrero de 2014. En ese momento, se desprendió de una participación del 7,5% del banco por unos 1.304 millones de euros. La venta se realizó a un precio de 1,51 euros, que suponía una rentabilidad del 12% respecto a la última inyección de capital a 1,35 euros. No obstante, la venta del total de la participación del Estado al precio anunciado entonces supondría unas pérdidas para los contribuyentes de unos 10.500 millones de euros, un 47% de las ayudas totales.

    La inyección total del Estado en Bankia, tanto con fondos propios como con los recibidos de Bruselas a través del fondo de rescate MEDE, ascendió a un montante total de 22.424 millones de euros. De éstos, 4.465 millones procedieron de la primera oleada de ayudas del FROB. De los 17.959 millones europeos restantes, sólo 10.700 millones se convirtieron en acciones de la cotizada a consecuencia del canje de los bonos contingentes convertibles suscritos en un principio (CoCos) y otros productos de deuda subordinada e híbrida, como las polémicas preferentes.

    Junto a la privatización de Bankia, el principal medio por el que el Estado puede recuperar el rescate es el dividendo: el pasado mes de julio, el banco pagó 1,75 céntimos de euros por acción, que supusieron para las arcas públicas 128 millones de euros.

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