El plazo de ejecución de la sentencia es de 20 días hábiles para los aspectos no económicos y de un año en su faceta económica. Pese a la victoria en los tribunales frente a Liberbank, todo parece indicar que a los empleados del banco les queda un largo camino por delante para poder recuperar el dinero del ERTE de verano de 2013, si bien otros asuntos relacionados con este ajuste, como los traslados de personal, deberían poder solucionarse en los próximos días.
El plazo de ejecución de la sentencia de la Audiencia Nacional, una vez ratificada por el Tribunal Supremo el 22 de julio y notificada el día 30, es de 20 días hábiles para los aspectos no económicos (por ejemplo la movilidad geográfica) y un año en su faceta económica, señala CSIF en una circular.
Pero además, todo parece indicar que habrá polémica en cuanto el dinero a devolver, después de que Liberbank lo haya cifrado en seis millones de euros, por los cerca de 70 millones calculados por los sindicatos demandantes. Tal y como señala CSI, otro de los sindicatos demandantes, “una vez que la dirección ejecute la sentencia, habrá que cuantificar la diferencia entre lo que supone esa ejecución y lo que supondría aplicando el criterio correcto de anular a todos los efectos el ERE, como indicaba la sentencia de la Audiencia Nacional”.
Una vez efectuados los cálculos, la CSI presentará ante la Audiencia Nacional una petición de ejecución de sentencia en la que hará constar la reclamación de cada uno de los trabajadores que quieran presentar dicha reclamación a través de ellos, una medida muy similar a la que adoptarán el resto de sindicatos demandantes.
En una sentencia dictada el pasado 22 de julio, el Tribunal Supremo decidió rechazar el recurso de casación interpuesto por Liberbank, confirmando la sentencia de la Audiencia Nacional del 14 de noviembre de 2013. En esa fecha, y estimando parcialmente la demanda presentada por CSI y STC-CIC, a la que se unieron CSICA, CSIF y APECASYC, la Audiencia Nacional decidió anular tanto el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) acordado por Liberbank con UGT y CCOO el 25 de junio de ese mismo año, como el ERTE unilateral que había anunciado unas semanas antes el banco.
La Audiencia Nacional entendió que hubo “vulneración de la libertad sindical”, y condenó al banco a “reponer a los trabajadores en las condiciones anteriores a la aplicación de las medidas”.
