El ministro español se muestra convencido de que tendrá una buena relación con el sucesor de Varoufakis. El ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, se ha mostrado abierto a que los socios europeos negocien un “tercer rescate” para Grecia, pero ha avisado de que será un proceso que deberá cumplir unos plazos muy concretos y ha descartado que se pueda implementar un “programa puente” para aliviar la situación de este país hasta que se alcance un acuerdo.
“No contemplo la salida de Grecia del euro”, ha señalado Guindos en rueda de prensa, ya que “sería el peor escenario, el escenario a evitar, fundamentalmente para la sociedad griega”. No obstante, ha recordado que “son ellos los que tienen que pedir un nuevo programa”, que posteriormente deberá ser analizado por los socios europeos y sólo entonces comenzar las negociaciones. “Hay países que tienen que aprobarlo en sus propios parlamentos”, ha recordado.
Sobre la posibilidad de que se ponga en marcha un “programa puente” para aliviar la situación financiera del país mientras se cierra el acuerdo, el ministro ha destacado que “si no me falla la memoria no es posible”, si bien esto sería completamente independiente de un paquete de ayuda humanitaria del que ayer habló el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz. Grecia afrontará importantes vencimientos en las próximas dos semanas, incluyendo los 3.500 millones de euros que deberá pagar al BCE el próximo 20 de julio. Si no desembolsa ese dinero, la salida del euro será un hecho.
Guindos ha descartado por el momento debatir sobre una quita a la deuda griega, como ha solicitado el Gobierno de Alexis Tsipras, ya que a su juicio “es más importante que Grecia acometa las medidas para volver a crecer”. Aunque ha reconocido que no le extrañaría que la deuda del país estuviese por encima del 180% “dado el deterioro de los últimos meses”, ha recordado que “el coste de intereses es muy reducido”. No obstante, ha recordado que “ya se han modificado las condiciones del rescate en otras ocasiones, no es nada nuevo”, a través de extensiones de plazos o reducción de intereses.
El ministro ha rechazado hacer ninguna valoración sobre la dimisión del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, ya que “es una decisión personal” suya. “Tendré una buena relación con el sucesor de Varoufakis, como la tenía con él”, se ha limitado a responder.
