Telefónica bate a sus rivales en rentabilidad por dividendo tras completar su transformación

Especial Telecomunicaciones V

Telefónica bate a sus rivales en rentabilidad por dividendo tras completar su transformación

Oficinas de Telefónica

El grupo ha dado ya por cerrada la etapa de reestructuración para fortalecer y reorganizar su posición en los mercados internacionales. Telefónica ha vendido sus filiales en aquellos mercados con escaso margen de recorrido, como Irlanda, República Checa y Reino Unido, y ha apostado por concentrar su actividad y musculatura en Alemania y Brasil, con las compras de E-Plus y GVT, respectivamente.

En este mismo periodo, Telefónica se ha convertido en la operadora que más deuda ha reducido, al pasar de los 58.000 millones de euros en 2012 a los 31.700 millones en que se quedará cuando se ejecute la venta de O2 Reino Unido. La operación con Hutchison Whampoa, valorada en unos 14.000 millones de euros, todavía debe recibir el visto bueno de las autoridades reguladoras.

La multinacional española cierra de este modo una etapa clave en la que ha asentado las bases para acelerar su crecimiento, según señaló recientemente su presidente, César Alierta. El reforzamiento de su balance se traduce además en una mejora de la flexibilidad financiera y en el pago de un dividendo “totalmente sostenible en el tiempo”.

Este año, la teleco amortizará autocartera por el 1,5% del capital social y repartirá un dividendo entre sus accionistas de 0,75 euros, en dos tramos. El primero, por valor de 0,35 euros, que entregó en noviembre del año pasado por medio del scrip dividend, y el segundo de 0,40 euros que distribuirá el próximo 12 de mayo. Este último será en efectivo.

De cara a 2016, Telefónica también amortizará autocartera por el 1,5% del capital social y distribuirá un dividendo de 0,75 euros por acción, pero en esta ocasión será íntegramente en efectivo.

Esta política de retribución al accionista -que es “buenísima” en palabras de Alierta y que estará cubierta con la generación de caja- permite a Telefónica ofrecer una de las mayores rentabilidades por dividendo del sector. Un factor nada desdeñable en un periodo como el actual marcado por los bajos tipos de interés, consecuencia de las políticas adoptadas por el BCE para reactivar la economía.

De este modo, la compañía española ofrece una rentabilidad por dividendo del 5,5%, superior a la de competidores como Deutsche Telekom (2,9%) y Orange (3,9%), que se encuentran por debajo de la media del sector en Europa (4%). En el caso de Vodafone, asciende al 5,4% y en el de Telia Sonera alcanza un 5,9%.

Los primeros frutos por la venta de O2 UK

La compañía española también ha recibido buenas noticias por parte de las agencias de rating. Hace poco menos de un mes Moody’s mejoró la perspectiva del rating que hasta ahora otorgaba a la gigante española desde ‘negativa’ hasta ‘estable’, por lo que dijo adiós a un hipotético recorte desde la nota de ‘Baa2’ que ostenta.

La agencia estadounidense apuntó hacia mejores expectativas de negocio en España fundamentadas en un “mejorado entorno operativo” en el que es su mercado doméstico. También afirmó que la venta de la filial británica de telefonía móvil refleja el compromiso de la española en mejorar su perfil de endeudamiento. El destino preferente de los fondos conseguidos por la operación sería reducir su ratio de pasivo neto hasta 2,35 veces su beneficio bruto operativo.

En esta misma línea de discurso, subrayó que la venta de O2 aporta a Telefónica “significativos fondos en efectivo” al monetizar un activo no estratégico para la compañía.

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