Las medidas del BCE antes de la ansiada QE: más ruido que nueces

Las medidas del BCE antes de la ansiada QE: más ruido que nueces

Sede del BCE

Mejoras en las subastas de liquidez, la última bala de Draghi si la QE no sacia las altas expectativas despertadas en el mercado. Las altas expectativas creadas en torno a la reunión del BCE de hoy amenazan con convertirse en un arma de doble filo para Mario Daghi, cuyas medidas al frente de la institución de política monetaria no siempre han tenido los efectos deseados. De hecho, hasta el momento han tenido más efectos sus palabras que sus hechos. Célebre fue su intervención en julio de 2012 en la que una simple frase hizo huir a los especuladores: “El BCE hará todo lo necesario para sostener el euro. Y, créanme, eso será suficiente”, señaló entonces, salvando a España e Italia de seguir el trágico camino griego.

Sin embargo, las medidas puestas sobre la mesa por ‘Súper Mario’ no han tenido tanto éxito, mientras Europa sigue asomándose a una tercera recesión. A la espera de la quantitative easing (QE) que se anunciará hoy (los últimos rumores apuntan a compras de 50.000 millones de euros mensuales), la otra gran propuesta de Draghi fueron las subastas de liquidez vinculadas a la concesión de crédito (TLTRO), son unos resultados desalentadores.

Tras el pinchazo de las dos primeras, realizadas en septiembre y diciembre del año pasado – a pesar de que los bancos españoles solicitaron el máximo previsto -, la demanda para las nuevas rondas de 2015 y 2016 sigue muy deprimida.

Según la última encuesta a la banca realizada por el BCE, sólo un 20% de los bancos de la eurozona anticipa acudir a dichas subastas, mientras que otro 20% no lo hará y el 60% restante sigue sin verlo claro. Precisamente por este motivo, y porque las subastas de liquidez han sido la herramienta de consenso en el seno del BCE, no sería descartable que, entre las medidas a anunciar hoy, Draghi optara por mejorar sus condiciones, o bien reduciendo el coste (hoy 15 puntos básicos), o bien eliminando la tasa que se cobra por depositar dicha liquidez de vuelta en el BCE (20 puntos). En sus respuestas al BCE, los bancos apuntaron en la encuesta que su participación en estas subastas se debe principalmente a razones de rentabilidad y, en menor medida, a motivos regulatorios.

En las últimas semanas no han dejado de aflorar rumores sobre cómo se articulará esta QE, pero todavía persisten muchas dudas en el mercado: como si incluirá también renta fija corporativa; si habrá mutualización de los riesgos (y en qué porcentaje); si el programa será ilimitado o acotado en tamaño (los últimos rumores hablan de 600.000 millones); si las compras se realizarán en relación al capital de cada gobierno en el BCE; y, finalmente, si las compras serán ‘pari passu’, es decir, al mismo nivel que el resto de inversores.

En opinión de los expertos del sector, y teniendo en cuenta las reticencias del Bundesbank al programa de compra de bonos, se espera un QE más o menos limitado en lo que se refiere al riesgo, que sería compensado con otros anuncios como la mencionada mejora de las condiciones de los TLTROs. Pero, sobre todo, se espera un avance en el programa de compras de ABS (asset backed securities) que sí sería un catalizador de mejoras sostenidas en el mercado de crédito.

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