La OCDE, más pesimista que el Gobierno sobre el paro y el crecimiento del PIB en 2015

Macroeconomía

La OCDE, más pesimista que el Gobierno sobre el paro y el crecimiento del PIB en 2015

    Sede de la OCDE

    La OCDE espera que la economía española crezca un 1,3% en 2014 y un 1,7% en 2015. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mejorado su previsión de crecimiento para la economía española hasta el 1,3% en 2014 y el 1,7% en 2015. Así consta en su último informe ‘Economic Outlook’ publicado este martes, en el que apunta además que la tasa de paro se situará en el 24,5% de la población activa este año y en el 23,1% el que viene, con lo que también se muestra más optimista que en sus cálculos anteriores.

    Las nuevas previsiones de la organización son ligeramente superiores a las de la Comisión Europea, del 1,2% en 2014 y del 1,7% en 2015, aunque inferiores a las que maneja el Gobierno en su cuadro macroeconómico (+1,3% en 2014 y +2,00% en 2015). En cuanto al desempleo, la institución prevé menos paro que el Ejecutivo de Mariano Rajoy (24,7%) este año, pero más en 2015 (22,9%).

    El pasado mes de septiembre, con motivo de la presentación de su informe bienal sobre la economía española, la OCDE había apuntado que el PIB crecería un 1,2% este año y un 1,6% en 2015, con tasa de paro del 24,6% y el 23,6%, respectivamente.

    Por otra parte, la OCDE considera que España cumplirá en 2014 con el objetivo de reducir el déficit público al 5,5%, aunque no logrará sus compromisos en 2015 y 2016, pues en esos años cifra el desequilibrio de las cuentas públicas en el 4,4% y el 3,3%, respectivamente.

    Mientras, en el capítulo de deuda pública, el organismo prevé que ésta alcance el 96,7% del PIB este año, suba al 99,5% en 2015 y alcance el 100,9% en 2016.

    Según la OCDE, la recuperación en España se fortalecerá “gradualmente” en los próximos años y la tasa de paro se moderara, aunque seguirá en niveles altos. En materia salarial, señala que la presión a la baja continúa.

    El principal reto de la política económica, subraya, pasa por lograr un crecimiento más fuerte y sostenido de la productividad y el empleo, para lo que se requiere la aplicación de reformas estructurales. Entre las propuestas concretas que hace se encuentra una reducción del coste de emplear a trabajadores poco cualificados. Además, apuesta por mayores esfuerzos para mejorar la formación de los desempleados, aumentar la innovación y mejorar el entorno empresarial para aumentar la competitividad.

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