CCOO y UGT ‘se levantan’ contra Bankia por una encuesta realizada para medir la afección corporativa de los directores de sucursal. La intención de Bankia de realizar una encuesta a los directores de oficina del banco para averiguar su grado de afección corporativa ha levantado en armas a los sindicatos, que ven en esta iniciativa “amenazas latentes” dentro de una plantilla que ha sufrido un severo ajuste desde que comenzó la crisis.
“En un ejercicio más propio de las policías políticas del pasado”, señala la sección sindical de CCOO en un comunicado, Bankia “ha enviado una encuesta cuya participación parece ser ‘voluntaria’” y en la que realiza una serie de “preguntas trampa”.
Entre las cuestiones consultadas se encuentran algunas como “¿Si recibieses una buena oferta profesional, dejarías Bankia?; ¿Te resultaría muy duro dejar Bankia?; ¿Te sientes parte de Bankia?; o ¿Te preocupa lo que te pueda suceder si tuvieses que dejar Bankia?”.
Para el sindicato, “no hace falta más explicaciones para entender el trasfondo y la intención de las amenazas latentes que, claramente, se ven en estas preguntas, justamente después de lo que hemos vivido en nuestra empresa”.
Por ello, CCOO ya se ha dirigido a la dirección de Bankia para que retire “inmediatamente” la encuesta e inicie “un proceso interno de depuración de responsabilidades” entre las personas que han ideado esta herramienta, “que solo sirve para sembrar temores e inquietudes entre una plantilla que lleva años soportando presiones desde todos los ámbitos posibles”.
También UGT se ha hecho eco de la polémica encuesta, ante la que estos representantes de los trabajadores dicen encontrarse “atónitos”. “No añadiremos mucho más que otros, y solicitamos que sea retirado inmediatamente dicho sondeo y que se depuren responsabilidades por tal desaguisado”, destaca en una circular.
El sindicato se muestra además preocupado por “la discriminación que se efectúa al dirigir este intento de indagación a un solo colectivo”. “Ya a principios de año fuimos sorprendidos por la decisión unilateral de bonificar la retribución variable a un determinado colectivo, ignorando los acuerdos alcanzados con la representación laboral y desdeñando al resto de trabajadores y trabajadoras, negándoles la retribución añadida”, recuerda.
“La construcción de este nuevo proyecto es labor de todos y todas, y todos y todas debemos ser observados, juzgados, valorados y retribuidos bajo el mismo prisma”, concluye.
A cambio de un rescate con dinero público de más de 22.000 millones de euros, Bruselas obligó a Bankia a realizar el mayor ajuste de plantilla realizado durante la reestructuración de las antiguas cajas de ahorros: un total de 8.200 empleados que suponen casi un 35% de la plantilla que acumularon las siete cajas de ahorros en el momento de su fusión.
En febrero del año pasado, la entidad acordó con los sindicatos un recorte de 4.500 empleados. Las medidas de salida se concretaron en diversas modalidades de bajas incentivadas que se segmentan en función de la voluntariedad, edades y la evolución del plan de recolocación. No obstante, la media se situó en 30 días por año trabajado, con el límite de 20 mensualidades.
Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia, surgió de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades de menor tamaño (cajas de Ávila, Segovia, La Rioja, Insular de Canarias y Laietana). El proceso vino aparejado de un ERE para 3.700 trabajadores, a unas condiciones sensiblemente mejores. Así, los trabajadores que se acogieron a las bajas voluntarias cobraron una indemnización de 45 días por año trabajado con un tope de 42 mensualidades, más una prima que oscilaba entre los 10.000 y los 30.000 euros. La mayor parte del ajuste se realizó, sin embargo, a través de prejubilaciones. Estos empleados con al menos 55 años que se acogieron a las prejubilaciones recibieron el 95% del sueldo del último ejercicio.
