Los sindicatos de Abanca denuncian “colapsos en las oficinas” en plena fusión con Banco Etcheverría

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Los sindicatos de Abanca denuncian “colapsos en las oficinas” en plena fusión con Banco Etcheverría

Sucursal de Abanca

CSICA denuncia “colas interminables de clientes cabreados” y advierte del riesgo de que muchos de ellos abandonen el banco para irse a la competencia. La fusión de Abanca, la antigua Novagalicia, y Banco Etcheverría sigue adelante con el objetivo de que quede cerrada en diciembre de este mismo año. Sin embargo, el traspaso de poderes no está siendo tan pacífico como se preveía en un primer momento, una situación que se ha agravado debido a las vacaciones de las que disfruta en agosto buena parte de la plantilla. Tras años de recortes de empleo, los trabajadores que permanecen en sus puestos se ven sobrepasados por la acumulación de trabajo, al tiempo que aumentan las quejas de los clientes.

Así lo denuncia la sección sindical de CSICA en Abanca, que señala en un comunicado que durante el período vacacional “las sustituciones del personal en vacaciones han sido las mínimas, provocando auténticos colapsos en las oficinas, colas interminables de clientes cabreados, afectando a la salud de nuestros compañeros y compañeras”.

El sindicato advierte además de que la imagen del banco también se está viendo dañada.”Como dice el eslogan y recriminan algunos clientes: ‘hemos cambiado para volver a ser los mismos’”, se lamenta

“La paradoja”, continúa el sindicato, “es que además nos dicen que hay que salir a vender y a buscar clientes; más bien dejaríamos vendido al compañero o compañera que se quedase en la oficina y desatendido al cliente que ya lo es”. En ese sentido, “ya sabemos todos lo difícil que es recuperar a un cliente”.

“Es el momento de que el banco actúe de acuerdo a su discurso, siendo responsable y confiable para sus empleados y clientes, asignando los recursos adecuados para poder prestar un servicio de calidad”, concluye CSICA.

Los trabajadores de Abanca han soportado desde que se produjo la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova cuatro expedientes de regulación de empleo. En febrero de 2013, Novagalicia acordó un ERE, aún en marcha, para 1.850 empleados de los cuales un máximo de 455 pueden acogerse a prejubilaciones cobrando el 80% de su sueldo. El resto del recorte de la plantilla se acometerá a través de bajas incentivadas, con unas indemnizaciones de 30 días por año, con un máximo de 22 mensualidades, más una prima de 2.000 euros por cada tres años de antigüedad. En ningún caso la indemnización podrá superar los 250.000 euros.

La fusión de Caixa Galicia y Caixanova ya provocó un primer ERE para 1.200 empleados, que se llevó a cabo principalmente a través de prejubilaciones de mayores de 55 años que recibieron un 85% del sueldo. En julio de 2011 se anunció un nuevo ERE para 350 empleados, a los que se sumaron luego otros 700. En estos casos las indemnizaciones fueron las más generosas hasta el momento, de 45 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades. En total, los casi 8.000 empleados con los que contaban las cajas gallegas se han reducido a la mitad.

A finales del año pasado, Banesco se adjudicó el 88,33% del capital de Novagalicia por 1.003 millones de euros, precio en el que se incluían dos carteras de fallidos que se incluían en el proceso. Tras la compra, el banco venezolano decidió fusionar Novagalicia, al que cambió la denominación por Abanca, con el Banco Etcheverría, que ya tenía en España.

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