La Guardia Civil reconoce que pidió al juez Silva que pinchase las líneas de Blesa

Caso Blesa

La Guardia Civil reconoce que pidió al juez Silva que pinchase las líneas de Blesa

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid

Un sargento de la Guardia Civil ha subrayado que los agentes de la Benemérita adscritos al caso temían que el expresidente de Caja Madrid pudiese “destruir pruebas”. Un sargento de la Guardia Civil que participó en la investigación del ‘caso Blesa’ que dirigía el juez Elpidio José Silva ha reconocido que fueron los miembros del cuerpo los que en primavera de 2013 pidieron al magistrado que decretase el secreto de sumario y pinchase las líneas del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa “porque había indicios de delito”.

Según recoge Infolibre.com, a preguntas del abogado de Silva, Gonzalo Boyé, el sargento de la Benemérita ha subrayado igualmente que los agentes de la Guardia Civil adscritos al caso temían que Blesa pudiese “destruir pruebas”.

Tras la declaración testifical de este agente y de otros testigos, está compareciendo Miguel Blesa, que ejerce la acusación contra Elpidio Silva. El expresidente de Caja Madrid está llamado para declarar una vez más ante un tribunal sus dos ingresos en prisión delante del juez que los ordenó.

Será la segunda vez que Blesa deba comparecer como testigo ante la Sala del TSJM que empezó el lunes a juzgar a Silva por un delito de prevaricación, dos contra la libertad individual y uno de retardo malicioso en la Administración de Justicia, por los que la Fiscalía reclama 40 años de inhabilitación.

La primera fue el pasado 23 de abril durante la primera vista celebrada contra Silva, que fue aplazada por la recusación de la magistrada María Tardón por su pertenencia a la Asamblea General de Caja Madrid bajo la presidencia de Blesa .

En esa ocasión, el expresidente de Caja Madrid dijo haber “sufrido mucho en mi vida profesional y personal” tras ser encarcelado por el juez Silva, y llegó a denunciar daños a “mi familia, y a mi prestigio, que lo tenía”.

El banquero destacó que esta situación llegó al “paroxismo” cuando el juez Silva “dijo que me dedicaba al tráfico de armas”. La declaración del expresidente de Caja Madrid se vio interrumpida además por una afectada por las preferentes que profirió gritos de “ladrón”.

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