Frances Ha, una película de Noah Baumbach

La butaca

Frances Ha, una película de Noah Baumbach

Frances Ha

En la película, que cosechó muy buenas críticas desde el comienzo de su andadura, Baumbach otorga todo el protagonismo a su novia, Greta Gerwig, también coescritora del guión. La semana pasada hablamos de Wes Anderson y ahora le toca el turno al coguionista de dos de sus películas,‘Life Aquatic’ y ‘Fantástico Mr. Fox’, Noah Baumbach. Su última cinta, ‘Frances Ha’, llegó la semana pasada a las salas españolas (y a muy pocas), a pesar de que en EEUU y en otros países se estrenó hace casi un año.

En la película, que cosechó muy buenas críticas desde el comienzo de su andadura, Baumbach otorga todo el protagonismo a su novia, Greta Gerwig, también coescritora del guión. Uno de los iconos ‘indies’ de EEUU que pronto ganará nuevos adeptos y detractores: será el ‘alter ego’ femenino de Ted Mosby en ‘Cómo conocí a vuestro padre’, el ‘spin off’ de la exitosa serie que llegó hace poco a su fin.

Gerwig interpreta a Frances, una joven de 27 desordenada, desorientada, torpe y excéntrica. Intenta salir adelante en Nueva York como bailarina, pero se queda en suplente. Su novio corta con ella (¿o es más bien ella la que lo ha querido así?). Su mejor amiga, su alma gemela, ‘le da puerta’ para irse a vivir a un lugar más ‘cool’ de la ciudad. Y no tiene apartamento. Está a un paso de la treintena y todos a su alrededor comienzan a ordenar su vida, pero la de Frances está igual que su habitación, patas arriba.

A pesar de ello, Frances es alegre, divertida, siempre está de buen humor. Desprende un optimismo que, sumado a su torpeza, la hace adorable (pero que también puede resultar odiable). La acompañamos en su odisea por la ciudad a lo largo de sus mudanzas, en busca de un hogar y una estabilidad que no llega, o que no es capaz de alcanzar, o que en realidad no desea lograr, porque no quiere madurar.

Quiere ser la Annie Hall de la época actual, o eso intenta. Recuerda también a la serie ‘Girls’, aunque Frances es mucho más entrañable y encantadora que la Hannah de Lena Dunham. Una antiheroína que pretende ser el retrato de una generación desorientada, que no sabe muy bien que hacer cuando finaliza sus estudios, cuando tiene que afrontar la edad adulta.

También muestra a unos padres que ven con impotencia cómo su hija es incapaz de evolucionar. Y es, sobre todo, una historia sobre la amistad; pase lo que pase, la conexión con un buen amigo no se ‘cae’. Quedan retratados, además, unos personajes con aires bohemios, pero que no dudan en tirar de la abultada chequera paternal. “Los únicos que se pueden costear ser artistas en Nueva York son los niños ricos”.

Todo ello, presentado con un envoltorio en blanco y negro justificado, que le da a la cinta el tono que busca, y con una banda sonora que acompaña los movimientos de la inagotable protagonista, siempre con energía.

La película es Frances y Frances es Greta Gerwig. La naturalidad de la actriz, que se mimetiza con el personaje, es clave en la cinta. Una buena oportunidad, por tanto, de acercarse a la musa actual del cine ‘indie’ en un relato de apariencia sencilla pero de fondo complejo. Aunque su tono excesivamente ‘naif’ puede ser cargante.

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