Pese a ello, la gala lideró el prime time del domingo con una cuota de pantalla del 19,8% y 3,5 millones de espectadores. Ni el nuevo presentador (Manel Fuentes), ni el ‘morbo’ que provocó la ausencia del titular de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Ni siquiera los discursos politizados de actores y directores contra el propio ministro y otros compañeros de gabinete como Montoro por su subida del IVA cultural. Nada ha conseguido salvar a la retransmisión de la 28ª Gala de los Premios Goya de convertirse en la menos vista de los últimos cinco años. Con un 19,8% de cuota de pantalla y 3.567.000 espectadores, la gran fiesta del cine español no logró batir los datos de audiencia del año pasado, pero sí lideró el prime time del domingo.
Concretamente, la entrega de premios, que este año tuvo como escenario el Hotel Auditorium de Madrid, superó los datos registrados por el resto de cadenas. ‘El Peliculón’ de Antena 3 (Red, con Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich y Helen Mirren) logró un 19,7% de share y 3.909.000 espectadores, mientras que el nuevo capítulo de ‘Aída’ en Telecinco acusó la lucha y se anotó un 11,3% y 2.427.000 espectadores. Y en la misma situación se encontró La Sexta, con la nueva entrega del programa de Jordi Évole ‘Salvados’ y ‘El Objetivo’ de Ana Pastor, que sumaron un 11,4% y 6,7% respectivamente.
La Gala de los Goya estuvo marcada por la ausencia de Wert, que se escudó en “problemas de agenda” para no ir a la entrega de premios. Según explicaron fuentes del Ministerio, el lunes por la mañana debía reunirse en Londres con el ministro británico de Universidades, Vince Cable, por lo que en representación del Gobierno acudió el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.
Precisamente Manel Fuentes utilizó la ausencia de Wert en el monólogo con el que abrió la gala, y posteriormente más de uno de los criticó la decisión del ministro de Cultura. Uno de los más ‘combativos’ fue David Trueba, que se alzó con el premio al mejor director por ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, que obtuvo también el galardón al mejor guión original y a la mejor película.
En su primera aparición Trueba relató la anécdota de un hombre mayor que conoció durante el rodaje, que le dijo que España era “el país más rico del mundo” porque “llevaban robándolo 400 años y todavía no se ha acabado”, en referencia a los casos de corrupción en los que se ha visto envuelta la clase política, y más concretamente el partido que sustenta el Gobierno, el PP (Gürtel, Bárcenas…).
Aunque el director no había acabado, ya que al subir a recoger el último premio de la Gala, el de la mejor película, aseguró que “el que no haya venido quizá tiene que resolver algunos problemas propios antes de trasladarlos a toda una profesión que vota a todos los partidos y que disfruta con este trabajo”.
Premiados
‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ fue la gran triunfadora de la noche, al lograr seis estatuillas, entre ellas la de mejor actor protagonista (Javier Cámara, que se alzó con el triunfo tras estar seis veces nominado) y mejor actriz revelación (Natalia de Molina).
‘Las brujas de Zugarramurdi’, de Álex de la Iglesia, se hizo con ocho Goyas. La mayoría los logró en categorías técnicas, aunque fue muy emotivo el premio que la Academia otorgó a una de las actrices del film, Terele Pávez, como mejor interpretación femenina de reparto.
Por otro lado, la gran favorita en la categoría de actriz principal, Marian Álvarez, se alzó con el galardón por ‘La herida’, mientras que el Goya al mejor actor de reparto fue para Roberto Álamo por su papel en ‘La gran familia española’.
Precisamente Álamo también se acordó de Wert al recoger el premio. “Me gustaría que me hubieses honrado con tu presencia y sin embargo, me has deshonrado. Este premio no está dedicado a ti”, dijo al ministro.
Javier Pereira se hizo con el Goya como mejor actor revelación por su interpretación en ‘Stockholm’ de Rodrigo Sorogoyen, y el premio al mejor director novel fue para Fernando Franco por ‘La herida’.
