Nymphomaniac (Vólumen 1)

La butaca

Nymphomaniac (Vólumen 1)

Nymphomaniac

Lars von Trier El director danés Lars von Trier suele convivir con la polémica cada vez que estrena una nueva película, porque su particular y personalísima obra, provoca siempre un enfrentamiento inevitable entres sus adeptos y sus detractores, igualmente beligerantes.

Y su último film, la primera parte de ‘Nymphomaniac‘, no iba ser menos precedido como venía mucho antes de su estreno por algunos escándalos, como el protagonizado por la protagonista Charlotte Gainsbourg que, al parecer, se negó a masturbar en directo a un actor durante el rodaje. Porque esta vez, Trier ha apostado decididamente por el sexo explícito en las imágenes de su última entrega, que se presenta troceada para su consumo en salas.

Algunos críticos, como Carlos Boyero en ‘El País’ casi descalifican sin tapujos esta película que consideran inconexa, gratuita, sin historia y desprovista de cualquier atisbo de lenguaje cinematográfico y, por supuesto, sin siquiera un ápice de esa voz singular y propia de los genios que otros expertos atribuyen a este director.

Otros, sin embargo, lo mismo que sucede con las estrellas que habitualmente trabajan casi gratis en las películas de este director parecen estar convencidos de lo contrario. De que gracias a ‘Nymphomaniac’ las complejas relaciones entre el amor y el sexo quedan más al descubierto que nunca.

En cualquier caso, el gusto de Lars von Trier, por el cine porno clásico era ya conocido antes de que se decidiera a abordar esta temática como director. Incluso había producido en 2005 una película de este género «All about Anna», dirigida por Jessica Nilson y protagonizada por la bella Gry Bay, que patrocinó abiertamente, y en la que también se utilizaba el sexo como metáfora de una busqueda interior tan gozosa como dolorosa.

Fuera de estas consideraciones metafísicas, muchos aficionados al porno consideran a esta película una de las joyas más recientes del género y lamentan que en su propia obra, Trier, no haya sabido recoger el testigo del excelente film de entretenimiento que ayudo a rodar.

También hay quien relaciona esta supuesta ‘vuelta de tuerca’ de Trier en su camino hacia la provocación definitiva con el éxito comercial del ‘porno para mamás’, un fenómeno literario que se inicio con ’50 sombras de Grey’ y que parece a punto de inundar las pantallas de cine en los próximos meses, con lo que quizá el danés no sea el único director, dígamos tradicional, que presente una película con sexo explícito. Habrá que estar atentos.

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