Juan David López, primo de Ruth Ortiz y amigo de José Bretón, ha declarado ante el Tribunal del Jurado que el acusado de asesinar a los pequeños Ruth y José le confesó que “los niños están muertos”. El testigo ha desvelado hoy las conversaciones que mantuvo con Bretón, a quien visitó en la cárcel hasta en tres ocasiones.
Durante el interrogatorio, que se ha prolongado durante unos 30 minutos, se han producido varios momentos de tensión entre el abogado de la defensa, José María Sánchez de Puerta, y el primo de Ruth. El letrado le reprochó en varias ocasiones a Juan David que no acudiera a la policía en cuanto Bretón le confesó la muerte de los niños. “Este señor desde la primera manifestación ha estado mintiendo”, ha espetado Sánchez de Puerta, informa Europa Press.
El primo de Ruth se defendió alegando que “había quedado para posteriores visitas y quería saber dónde están los niños”. En concreto, en esta novena sesión del juicio a Bretón en la sala de vistas en la Audiencia Provincial de Córdoba, el primo de Ruth ha declarado que cuando Ruth le dijo a Bretón que quería separarse, el acusado advirtió que la cosa “no se iba a quedar así”.
Juan David acudió a prisión hasta en tres ocasiones, donde mantuvo en total unos 120 minutos de conversaciones. En todas las citas Bretón siempre preguntaba por los hijos de Juan David, pero no por los suyos y Ruth “era su obsesión”. En la primera de ella le dijo, según el relato del testigo, que “había recibido una carta de que los niños estaban secuestrados”, pero luego le aseguró que Ruth se lo había buscado y cuando salió el nombre del antiguo novio advirtió: “Se va a enterar esa, no va a encontrar nunca más a los niños con vida”.
En la segunda entrevista a los pocos días, Bretón primero le aseguró que “los niños están vivos, están sanos, a salvo y bien cuidados”, para instantes después negarlo: “Los niños están muertos”.
Además, el acusado le dijo que “no sabía cómo hacerlo, me gustaría decir la verdad, pero cómo se lo cuento a mi padre”, momento en el que “se vino abajo y es la única vez que lloró”, según Juan David.
En la tercera visita, Bretón se mostró más reacio y le dijo que no podía verlo más por recomendación de su abogado y la familia paterna, al tiempo que le pidió que no le dijera “a nadie” que había estado allí y le aseguró que “en dos o tres semanas” salía de prisión. Al respecto, comenta que le dijo que cuando saliera de la cárcel le iba a decir a Ruth “cuatro cositas y se iba a enterar”.
