Julio Fowler. ‘Ligeros de equipaje’: Una nueva dimensión para la música cubana

Cultura

Julio Fowler. ‘Ligeros de equipaje’: Una nueva dimensión para la música cubana

Desde las primeras notas de este ‘Ligeros de equipaje’, que mezclan con acierto los ritmos caribeños con el aliento del ‘funky’, Julio Fowler deja claro que lo suyo es otra cosa. Que es música cubana, sí. Pero no el soniquete meloso al que últimamente nos tienen acostumbrados los múltiples espontáneos que han decidido buscar cobijo bajo el amparo de tan socorrida etiqueta.

La saturación que algunos aficionados empiezan a sentir en relación con la música cubana o caribeña, el son o los boleros que, en el plazo de una década, han pasado de ser un repertorio olvidado, a un lugar común que transitan hasta el agotamiento todos los artistas hispanos -desde las superestrellas latinas a los flamencos-, puede propiciar que ciertas propuestas, verdaderamente nuevas e interesantes pasen desapercibidas.

Más aún en un momento como el actual, en que las manifestaciones culturales se mueven inevitablemente a la baja, golpeadas por el impacto de la crisis, la consolidación del gratis total en Internet, y ese IVA cultural situado en el 21% que demuestra, una vez más, el poco respeto que las élites españolas han tenido siempre por la cultura.

Una serie de motivos que nos llevan, aún con mayor convencimiento si cabe, a recomendar primero la atenta escucha de este álbum y, posteriormente, su adquisición en los pocos puntos de venta habituales que todavía quedan. ‘Ligeros de equipaje’ tiene todo aquello que se necesita para que hasta los más escépticos recobren la fe.

Están, por supuesto, como decíamos al principio de la reseña, las canciones de Julio Fowler, que parten de sus marcadas raíces, pero viajan hasta lugares desconocidos, o nunca explorados hasta hoy, ni por los ancianos componentes de la trova, ni por los ya talludos cantautores de la nueva trova, ni por los reiterativos patrones del filin´y el jazz latino.

Y, por si fuera poco, junto a la intuición que demuestra como compositor este artista, con unos cuantos lustros de experiencia a sus espaldas, tres de ellos como inquilino habitual de los escenarios de los clubs madrileños, hay que colocar también en el ‘haber’ su prodigiosa y personalísima voz.

Unas características que engrandece, además, la espectacular nómina de músicos reunida por Fowler para este ‘Ligeros de equipaje’. Casi una selección de instrumentistas cubanos de élite residentes en Madrid. En el disco se disfruta plenamente del piano y los arreglos de Pepe Rivero, el bajo y los arreglos de Iván Ruiz Machado, las guitarras de Dayan Abad y la batería de Georvis Pico. Los cómplices perfectos para esta propuesta sónica que pone el listón muy alto y vuelve a darle sentido a esa vieja idea de que la música cubana es una de las fuentes inagotables que aseguran la supervivencia del legado universal de lo latino.

De hecho, la excelencia que comparten las diez canciones de este disco, que parece concebido por temas que se agrupan en torno a una unidad temática común, hace difícil elegir alguna por encima del resto. En todo caso, la calma que irradia ‘Tiempo’ con el suave ropaje guitarrístico que la acoge o la justeza del piano que oficia como maestro de ceremonias en ‘Autoretrato’ se hacen dignos de mención. Sin desmerecer el resto, desde luego. Quizá lo mejor sea que compren el disco y elijan por si mismos.

Más información