Hazaña argentina en el hockey: goleada sobre Alemania y primera final

Rio 2016

Hazaña argentina en el hockey: goleada sobre Alemania y primera final

El Centro Olímpico de Hockey de Deodoro fue testigo de una jornada que quedará en el recuerdo del deporte albiceleste. El seleccionador argentino de hockey sobre césped masculino logró el martes una hazaña inolvidable y avanzó por primera vez a la final de unos Juegos Olímpicos al destruir con un impensado 5-2 a la bicampeona Alemania en semifinales.
 
El Centro Olímpico de Hockey de Deodoro fue testigo de una jornada que quedará en el recuerdo del deporte albiceleste. Ante la poderosa Alemania, campeona de los dos últimos Juegos, el equipo conducido por Carlos Retegui cumplió una actuación mágica para dar el gran golpe del torneo.
 
Liderada por el defensor-goleador Gonzalo Peillat, autor de un hat-trick en el córner corto, el equipo argentino se aseguró al menos la plata en una jornada de éxitos para el deporte albiceleste, que también celebró el martes el oro en la vela de Santiago Lange y Cecilia Carranza en la clase Nacra 17.
 
Con estos resultados, que se suman al oro de la judoca Paula Pareto y la plata de Juan Martín del Potro en el tenis, Argentina se garantiza ya su mejor actuación en unos Juegos desde Londres 1948.
 
«No lo íbamos a ganar ni con garra ni con huevos, hablando mal y pronto. Lo íbamos a ganar jugando al hockey desde todos lados y creo que lo hicieron. ¡Vapuleamos al bicampeón olímpico! Es algo que creímos, que soñamos y que concretamos, porque lo creímos fervientemente con los jugadores», celebró un eufórico Retegui.
 
«Estoy contento pero hay que seguir: nos queda un partido más. Vinimos a jugar ocho y tenemos que seguir», señaló el entrenador con vistas a la final ante Bélgica, que más tarde sorprendió al derrotar 3-1 a Holanda, la subcampeona olímpica.
 
Peillat, autor ya de diez de los veinte goles argentinos en Río, aseguró que Argentina puede seguir soñando en grande en la final, donde se medirá a otro equipo que por primera vez disputa el duelo decisivo de unos Juegos.
 
«Es un sueño haber jugado de la manera en que jugamos. Tener tres córners (cortos) y marcar tres goles es algo increíble», dijo Peillat. «Marcar goles de jugada también es muy bueno para la confianza del equipo. Trabajando de esta manera podemos seguir soñando en grande», añadió.
 
La única mala noticia para Argentina fue la lesión de Matías Paredes, que se perderá la final por una fractura del quinto metatarsiano del pie, según confirmó Retegui.
 
El acceso a la final es un resultado que hasta hace pocos años hubiera sido impensado para el hockey masculino, habitualmente a la sombra de las laureadas «Leonas». Sin embargo, el equipo ha venido mostrando una acelerada evolución y tras lograr el bronce en el Mundial de 2014 hoy alcanzó la cumbre.
 
Eliminadas las mujeres en cuartos en la noche del lunes ante Holanda, parece haber llegado ahora el tiempo de los denominados «Leones», que hicieron honor a su apodo arrasando a una Alemania que quedó en estado de shock ante la voracidad, la contundencia y el hambre de triunfo de los argentinos.
 
Fue una exhibición de principio a fin la que brindó Argentina en un estadio pintado mayormente de celeste y blanco que rugió ante cada gol y vivió una auténtica fiesta en la cálida y soleada jornada en Deodoro.
 
A través de su gran arma en Río, el córner corto, y de su letal ejecutor, Peillat, Argentina encajó a Alemania dos duros golpes en los primeros minutos de juego.
 
Apenas habían pasado ocho minutos cuando Peillat anotó el primero de sus tres goles. Con su arrastrada, el lateral superó al desconcertado arquero alemán Nicolas Jacobi.
 
El segundo gol argentino llegó tres minutos después y por la misma vía. Otro córner corto, otra ejecución de Peillat y Argentina estaba ya 2-0 arriba mientras el carismático Retegui celebraba enloquecido en el banco. Ni en los mejores sueños Argentina podría haber imaginado un inicio así, pero lo mejor aún estaba por llegar.
 
Alemania casi no atinó reacción alguna y cuando lo hizo se topó con Juan Vivaldi, el arquero argentino, que respondió magistralmente en cada acción que afrontó. En cambio, Argentina castigaba cada vez que llegaba al arco rival y antes del descanso llegó otro gol de Peillat con su tercera arrastrada venenosa de la jornada.
 
El 3-0 invitaba a soñar, pero el espíritu de lucha que históricamente han mostrado los equipos alemanes invitaba a la precaución. Más después de la gran remontada que hicieron en cuartos ante Nueva Zelanda. Sin embargo, Argentina no cedió a la presión y los nervios de verse a la puerta de la historia y siguió con la máquina plenamente aceitada en la segunda parte.
 
Joaquín Menini anotó el cuarto gol tras una gran maniobra individual en el área de Agustín Mazzilli y entonces sí se desató definitivamente la fiesta albiceleste en Deodoro, donde los hinchas saltaron, gritaron y vivaron a Retegui, un motivador nato que alguna vez fue apodado como «el Guardiola del hockey».
 
Alemania estaba paralizada y desesperada, viviendo una especie de «Maracanazo del hockey» en territorio brasileño. No sorprendió entonces que llegara el quinto gol, obra de Lucas Vila.
 
Y el partido estaba para goleada aún mayor, pero Argentina puso entonces un freno y Alemania, que quitó a su arquero para colocar un jugador de campo, reaccionó y descontó en los minutos finales con un penal de Moritz Furste y un tanto de Christopher Ruhr.
 
Pero la historia ya estaba escrita y Argentina, que nunca había estado siquiera en una semifinal olímpica, terminaría celebrando con llanto y locura su pase a la final, donde irá en busca el jueves de un inimaginable oro ante Bélgica.

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