Exnovios, la psicodelia sigue viva

El grupo de Navarra apuesta fuerte por un pop poderoso que “abusa del reverb y el delay” para crear un clima hipnótico. Desde la remota década de los sesenta del pasado siglo, y cuando han pasado casi 50 años desde entonces, algunos de los subgéneros que engendró la revuelta ‘garajera’ que revitalizó el rock and roll siguen en pie. Con buena salud, grupos de aficionados afines a estos sonidos añejos y bandas solventes como Exnovios para mantener la llama.
 
Este cuarteto navarro formado por Juan, Txema, Alex y Tamu tiene bastante claro que lo suyo es apostar fuerte por esa mezcla de power pop, con melodías sabrosas, y sonidos contundentes en los rítmico y alto voltaje guitarrero que tan bien han funcionado desde que el estilo dio sus primeros pasos en los garajes estadounidenses más oscuros.
 
De modo que el cuarteto pamplonica recuerda, a ratos, algunos sabores fundacionales como los aires guitarreros de aquellos Byrds primigenios que, a pesar de no profundizar demasiado en esta vertiente de su sonido, sí dejaron su huella en y su impronta en un estilo, siempre minoritario, pero siempre interesante también.
 
Aunque los Exnovios son modestos y se conformen con definir lo que hacen en las entrevistas promocionales como el resultado de un cierto gusto por “abusar del reverb” y el delay, también pueden atisbarse algunos destellos de personalidad propia en la oferta sonora que nos proponen.
 
En su disco más reciente, titulado simplemente con el nombre del grupo, la banda incluye, por ejemplo, un homenaje a Gabinete Caligari, la banda madrileña de los ochenta, de quienes toman, convenientemente adaptada, la letra del su ‘Viaje al averno’, que Exnovios usan aquí como canción final del álbum.
 
Y también, al menos en opinión de algunos doctos críticos del género como los escritores de la revista Mondo Sonoro, pueden escucharse ecos de otros grupos pioneros del estilo como los míticos Negativos que encabezaron uno de los ‘revivals’ más recordados del género en los efervescentes años Ochenta.