La gran apuesta, una película de Adam McKay

La butaca

La gran apuesta, una película de Adam McKay

Película La gran apuesta

¿Cómo se hinchó la burbuja hipotecaria que dio lugar a las crisis financiera? McKay ofrece una lección de economía a través de unos tipos de las finanzas que supieron prever el estallido. El 15 de septiembre de 2008, el banco de inversión estadounidense Lehman Brothers se declaró en bancarrota, un derrumbe que confirmó lo que se temía desde unos meses atrás: el inicio de la mayor crisis financiera desde el ‘crac’ del 29. El colapso de la economía mundial provocado por las hipotecas ‘subprime’ ha sido tratado ya en películas como ‘Margin Call’ o el documental ‘Inside Job’, pero ahora ‘La gran apuesta’ nos lleva a los años previos al estallido para explicar cómo se hinchó la burbuja inmobiliaria.

Basada en el libro homónimo de Michael Lewis, inspirado en hechos y personajes reales, la cinta sigue los pasos de un reducido número de financieros estadounidenses que supieron prever lo que se avecinaba y aprovecharon para sacar tajada. Michael Burry (Christian Bale), un neurocirujano reconvertido en gestor financiero, estudió los créditos individuales agrupados en bonos hipotecarios y descubrió que estos estaban estructurados sobre préstamos basura. Lo mismo hallaron Mark Baum (Steve Carrel), propietario de un ‘hedge fund’, y su equipo, alentados por el banquero del Deutsche Bank Jared Vennett (Ryan Gosling); así como dos jóvenes ambiciosos con ganas de destacar en Wall Street, Charlie Geller y Jamie Shipley (John Magaro y Finn Wittrock).

El sistema era una bomba que tarde o temprano explotaría, por lo que decidieron apostar contra los bancos, pero también apostar porque la economía se iba a hundir, y como consecuencia, porque millones de personas iban a perder sus casas y sus trabajos. Las entidades bancarias, las agencias de ‘rating’, la prensa, el regulador del mercado… todos hicieron oídos sordos a sus advertencias, así que se sentaron a esperar el ‘boom’ que les reportaría una lluvia de millones.

A través de esta historia, Adam McKay, director y coguionista junto a Charles Randolph, intenta aclarar cómo se forjó la burbuja especulativa ligada a activos inmobiliarios que desencadenó la crisis, por qué no se hizo nada para evitarla y cómo se resolvió (con un rescate financiado por las arcas públicas y sin apenas responsables entre rejas). Lo hace mediante brillantes metáforas y algún que otro cameo sorprendente, aunque aún así resulta fácil perderse en la complejidad de los productos financieros entre tanto tecnicismo: porque como apunta la propia cinta, los entendidos en la materia recurren a un lenguaje farragoso para evitar la intromisión.

Ante la densidad del tema, McKay, conocido por comedias protagonizadas por Will Ferrell como ‘El reportero: La leyenda de Ron Burgundy’, evita la pesadez con una realización enérgica llena de movimientos de cámara, planos cortos que siguen a los personajes, planos congelados y juegos con el enfoque. Recursos que tienen la intención de mostrar el vertiginoso ritmo al que vive el mundo financiero, pero que en algunas escenas resultan excesivos, incluso mareantes. El director también toma decisiones acertadas, como la ruptura de la cuarta pared o el uso de breves imágenes reales de la historia, la cultura y el espectáculo para reflejar el paso del tiempo y contextualizar.

Así, el filme se acerca más a ‘El lobo de Wall Street’ que a ‘Margin Call’, con un ritmo dinámico y un tono cómico gamberro, aunque es mucho menos atrevida que la película de Scorsese.

‘La gran apuesta’ cuenta con cinco nominaciones a los Oscar: película, director, actor secundario para Christian Bale, guión adaptado y montaje. Aunque en un principio no estaba entre las favoritas, el premio del gremio de productores ha hecho que la cinta comience a sonar con fuerza en la carrera por la estatuilla.

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