Don Juan Carlos y Corinna eligieron este lugar por su cercanía a L’Aiglon, el colegio de élite donde estuvo interno el hijo de la consultora. El rey emérito, don Juan Carlos, convivió entre 2009 y 2012 con la consultora germano-danesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein (CSW) en un dúplex de 300 metros ubicado en el lujoso hotel RoyAlp por el que, a día de hoy se pagan 7.000 euros de alquiler diarios.
El Español así lo recoge y tras haber pasado un día y una noche en el dúplex del Rey, como pasó a conocerse el inmueble, ha compartido unos cuantos detalles inéditos sobre el espacio. El diario considera que el espacio no es ostentoso, pero sí cuenta con un lujo atenuado que se intuye en la calidad de los muebles o de los vinos que contiene la bodega.
El medio concreta, además, que tras salir del ascensor y una vez franqueada a la puerta, se accede a una estancia abierta con todas las comodidades, mientras que en la planta de arriba se encuentran los dormitorios con baño en suite, todo ello con aroma a safari con Hermès y Louis Vuitton como telón de fondo.
Aunque, en el papel, el lugar pertenecía a la consultora y a su madre, la señora Larsen, era un secreto a voces que el jefe de Estado español pasaba bastante tiempo en esta exclusiva urbanización que el mismo estrenó en febrero de hace seis años, aunque siempre fue muy discreto y muy pocos consiguieron verlo. Este espacio ofrecía más privacidad a la pareja que la casita del recinto real en el monte del Pardo habilitado para la consultora y su hijo Alexander.
Madre e hija vendieron el inmueble en otoño de 2013 pero sigue ostentando el nombre de ‘The Royal’ en alusión a haber sido habitada por un miembro de la familiar real española a LM, aunque prácticamente lo dejaron intacto, excepto un par de fotos familiares y algunos recuerdos.
La última visita de don Juan Carlos al dúplex fue en febrero de 2012, coincidiendo con el décimo aniversario de Alexander. Entonces le prometió al niño llevárselo de cacería a Botsuana en abril del mismo año como finalmente hizo y donde resbaló y tuvo que ser intervenido de urgencia. Corinna y el rey eligieron precisamente esta ubicación al estar cerca de L’Aiglon (el Aguilucho), el colegio de élite donde estuvo interno Alexander.
