Bruselas quiere convertirse en la capital europea del arte moderno

Cultura

Bruselas quiere convertirse en la capital europea del arte moderno

Atomium de Bruselas

La capital de Bélgica consigue atraer a los nuevos creadores y desafía a Berlín como centro de las iniciativas de vanguardia Ya es un secreto a voces, en los ambientes artísticos de europeos. Bruselas se ha convertido en dura competencia para otras ciudades con más tradición en el sector como París y Londres y parece dispuesta a disputarle a Berlín su condición de centro de las tendencias de vanguardia.

La pujanza del colectivo de artistas jóvenes reunido en la capital de Bélgica, ha llamado ya la atención de los coleccionistas y hasta ha merecido reseñas y reportajes de medios estadounidenses como el mismísimo ‘The New York Times’.

Un éxito que, según los conocedores, se habría producido porque la ciudad ha conseguido aunar un boyante comercio de arte con ciertas características, como el precio asequible de los alquileres, que refuerzan su atractivo entre los artistas más jóvenes de Europa.

Todo empezó en 2007, tras el desembarco de la prestigiosa galería parisina de Almine Rech, que abrió una filial en la ciudad belga. Un impulso fundamental para la proyección internacional de los artistas locales emergentes como Julien Meer o Kasper Bosmans,

Poco después se abrió Wiels, otra galería importante en el renacimiento artístico de la ciudad, gracias a una iniciativa público-privada y un años después se puso en marcha ‘Un-Scene’, una muestra trienal que ya va por su tercera edición.

La muestra supuso la plataforma definitiva de lanzamiento de la ciudad como centro generado de arte contemporáneo. En la actualidad, la capital de Bélgica, y también de la UE, cuenta con más de 50 galerías y una feria anual, Art Brussels que ha servido para consolidar a este grupo de artistas entre los principales coleccionistas mundiales.

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