‘2001: Una odisea en el espacio’, una película de Stanley Kubrick

La butaca

‘2001: Una odisea en el espacio’, una película de Stanley Kubrick

2001: una odisea del espacio

La abstracción narrativa del largometraje, especialmente en su parte final, ha dado lugar a multitud de teorías e interpretaciones filosóficas, alegóricas y religiosas. Los clásicos de la ciencia ficción vuelven a la gran pantalla. Si hace unas semanas los fans de ‘Blade Runner’ recibían con entusiasmo la reposición del éxito de Ridley Scott en las salas, ahora llega de nuevo a los cines la aclamada película de Stanley Kubrick ‘2001: Una odisea en el espacio’. El próximo mes lo hará ‘Mad Max’, coincidiendo con el estreno de la nueva entrega de la saga, ‘Mad Max: Furia en la carretera’.

La cinta de Kubrick, considerada de culto por la innovación que supuso para la historia del cine tanto en imagen como en narración y montaje allá por 1968, se reestrenó el pasado jueves 16 de abril y podrá verse en varias salas de toda España hasta el domingo 19. Una buena oportunidad para que quienes por aquellas fechas aún daban sus primeros pasos o ni siquiera habían nacido puedan disfrutar de esta excepcional obra en pantalla grande; o para repetir la experiencia casi medio siglo después con una versión remasterizada que ofrece mejor calidad de imagen y sonido.

Basada en la novela ‘El Centinela’, del escritor británico Arthur C. Clark, quien también colaboró en la elaboración del guión, ‘2001: Una odisea en el espacio’ hace un recorrido por la historia de la humanidad. El viaje comienza hace millones de años, antes del ‘homo sapiens’, y pega un gran salto hasta la conquista del espacio. Se adentra más tarde en una nave de la NASA, en la que la máquina HAL 9000, dotada de inteligencia artificial, lo controla todo… hasta que empieza a fallar. Un misterioso monolito actúa como motor de la trama.

Kubrick pretende hacer un estudio sobre la evolución. La inteligencia nos ha convertido en hombres capaces de fabricar herramientas y utilizar los recursos de la naturaleza, pero puede que al final sean esas herramientas las que empiecen a dominarnos a nosotros. Dentro de la nave se desata una batalla entre el hombre y la máquina. Pero también nos recuerda que queda mucho universo por descubrir.

La abstracción narrativa del largometraje, especialmente en su parte final, ha dado lugar a multitud de teorías e interpretaciones filosóficas, alegóricas y religiosas sobre lo que la película quiere contar.

La ambigüedad de la trama es uno de los puntos más atrayentes de ‘2001: Una odisea en el espacio’. También sus novedosos efectos especiales, su rigor científico y la forma en que maneja el tiempo mediante el montaje. Cuenta con la elipsis temporal más extensa del cine: el hueso lanzado por un simio da paso a un moderno vehículo espacial.

Esta transición, sus episodios inicial y final y su banda sonora forman parte de la iconografía del cine. La música de Richard Strauss, Johan Strauss y Gyorgy Ligeti que acompañan a las imágenes ayudan a una experiencia sensorial que revolucionó el séptimo arte y, en especial, la ciencia ficción.

‘2001: Una odisea en el espacio’ marcó el camino a muchas otras películas. Su influencia puede verse en la citada ‘Blade Runner’ (se asegura que también incluso en ‘Star Wars’) o en las más recientes ‘Gravity’ e ‘Interstellar’.

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