El piloto español se ha visto obligado a retirarse de la pista en su reaparición tras el accidente de Montmeló debido a problemas técnicos en su bólido. El regreso de Fernando Alonso a la pista no ha tenido el resultado que se esperaba. El piloto español se ha visto obligado a abandonar el Gran Premio de Malasia que se ha disputado este domingo debido a problemas técnicos en su monoplaza.
Alonso tan solo ha sido capaz de completar 22 de las 56 vueltas que deben completarse al circuito de Sepang, suficiente para que de la posición número 18 desde la que había iniciado la carrera fuera capaz de situarse incluso en octavo puesto. Sin embargo, los técnicos de McLaren le alertaron de que debía retirarse a su paso por boxes, probablemente por sobrecalentamiento de su vehículo o problemas con la presión de algún mecanismo del motor.
A pesar de que el piloto había explicado sus “buenas sensaciones” después del accidente sufrido en Montmeló que le privó de competir en Australia, su Fórmula 1 le ha jugado una mala pasada. “No sé exactamente qué ha pasado. Un problema de presión de aceite o agua, yo no he notado nada, lo han notado los ingenieros desde el garaje”, ha llegado a destacar a la par que ha lamentado “va a tocar descubrir los fallos del coche poco a poco y en carrera”.
Sin embargo, Alonso ha optado por el optimismo al subrayar que lo que se haya roto este domingo “no se volverá a romper en la próxima carrera”. Así ha repetido sus palabras de ayer sábado en el que apuntaba que su equipo necesita aún “dar muchas vueltas y adquirir mucha experiencia”.
Vettel se ha coronado como vencedor de la prueba, mientras que Hamilton ha ocupado el segundo puesto en el podio de final de carrera.
