‘Reality Show’, un disco de Jazmine Sullivan

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‘Reality Show’, un disco de Jazmine Sullivan

Jazmine Sullivan

La cantante de Filadelfia regresa tras cinco años de ‘descanso’ con un disco de rythm & blues sofisticado y elegante. Brand New by Jazmine Sullivan – www.musicasparabaixar.org on Grooveshark

A sus 28 años, Jazmine Sullivan ha pasado ya unos cuantos malos tragos, algunas incomprensiones, una retirada voluntaria de los escenarios y los estudios de grabación y, finalmente, justo ahora tras la publicación de ’Reality Show’, su último disco, una suerte de reivindicación justa y necesaria, que promueven a la par crítica y público.

El caso de Jazmine es bastante curioso. Por poner las cosas en su sitio desde ya, hay que decir que estamos ante una cantante superdotada, de voz prodigiosa, que mima las canciones que interpreta. Y también es una compositora sincera, que aborda sin red los temas en los que se sumerge para crear su repertorio.

Sin embargo, estas dos características, de la que no pueden presumir muchos artistas de su generación, no le habían servido de demasiado hasta ahora. Quizá porque Sullivan se había movido siempre, aún lo hace de algún modo, en una curiosa tercera vía del nuevo rythm and blues.

Un camino orientado hacia la conexión directa con el público aficionado al género, que ni se apunta a la revolución estética de genios como el gran DÁngelo, ni al feminismo glamouroso y un poco sobrevalorado de Beyonce.

Ella no es tan revolucionaria como el primero ni tan guapa como la segunda. A mucha honra. Aunque tanto el uno como la otra, han hablado maravillas del trabajo de nuestra artista de hoy. A quien han señalado como una de sus favoritas en multitud de ocasiones.

Pero este aval no ha sido considerado en lo que vale por los fabricantes de tendencias. El físico de Jazmine no sirve para lucir ropa de pasarela, ni siquiera como modelo de tallas grandes. Y además, lo que quizá sea peor, como algunas divas españolas raciales, en especial aquellas que cultivan la copla, presume de su condición de ‘mujer corriente’ y convierte esta característica en su combustible artístico.

De ahí que apueste casi siempre por componer unas canciones, rítmicas y sentidas, en las que relata, con pasión y palabras muy claritas, los dramas de la vida cotidiana de quienes son como ella. De ese sufrido grupo femenino que sólo aspira a tener una vida buena, en compañía de alguien que les quiera.

Así que narra infidelidades, como en ‘Dumb’, o, como en ‘Mascara’ usa su sentido del humor, con algo de ironía, para describir y reivindicar al modelo de mujer siliconada y ‘ultrasexy’ que parece haberse impuesto como canon estético entre la población más joven.

Su identificación con el público al que se dirige llega tan lejos que hasta se atreve a recomendar a las chicas que no sigan el juego a sus novios sin más ni más, a no ser que quieran convertirse en marionetas sin cerebro ni poder de decisión en ‘Stupid Girl’ .

Una advertencia que en otra canción, ’Brand New’ , ilustra con un ejemplo, al narrar la historia de una novia despechada que trabajó duro para mantener a su hombre y se vio desplazada cuando este, finalmente logró convertirse en una estrella del ‘rap’.

Letra que por cierto, a los más veteranos nos trae el recuerdo de ‘Yo tenía un novio que tocaba en un conjunto beat’ aquella maravillosa canción de los ochenta que entonaban con pasión y acierto Rubí y los Casinos.

Es obvio que no estamos ante una poetisa ni nada que se le parezca, pero sí ante una artista con una gran capacidad de expresión, habilidad para sintetizar las líneas maestras de la vida dura de las mujeres de su clase y valor para reírse de todos esos dramas y de sí misma.

Con mucho menos, otros, bien conocidos, están a punto de pasar a la historia. Sin embargo, todo parece indicar que a Sullivan le basta con llenar los teatros y sonar en las radios especializadas para poder seguir trabajando en lo suyo. Y, probablemente, de eso justamente es de lo que se trata cuando uno trabaja en un oficio como el suyo.

Dicho esto, no hay que esperar grandes sorpresas en un disco que goza de una producción muy cuidada, obra de la propia artista, y de un grupo de profesionales contrastados como Anthony Bell, Salaam Remi, y Key Wane. Más la intervención del rapero Meek Mill en ‘Dumb’ el tema que abre el disco.

Ese equipo reducido ha ideado una instrumentación vistosa pero sobria, en la que las melodías y las historias de cuentan las canciones y la voz de Jazmine tiene todo el protagonismo. Una opción que puede gustar más o menos, pero que resulta lógica cuando se trabaja con una cantante superdotada como Sullivan.

El álbum, además se beneficia de la intervención de algún refuerzo en temas puntuales. Como, por ejemplo, hace Da Internz que se encarga aquí de la producción de ’Stanley’, mi tema favorito del álbum, por el momento. Un tema bailable y arrebatador que contiene una especie de puesta al día de los mejores trucos de la música disco de los setenta.

Y poco más hay que decir. ‘Reality Show’ no es una obra maestra, o por lo menos no es la obra maestra que Jazmine terminará por grabar dentro de no mucho. Pero sí es un disco disfrutable, recomendable y desintoxicante, porque le quita muchas coartadas artísticas a ese falso rythm and blues con el que nos bombardean sin cesar últimamente. De modo que si les gusta este estilo, mejor no lo dejen pasar. Se arrepentirían luego.

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