La cantautora islandesa se suma a estrellas como Taylor Swift y rechaza subir su nuevo disco a la plataforma de ‘streaming’. Fue Taylor Swift, la gran superestrella estadounidense del country-pop quién encendió las alarmas, pero antes y después de su deserción de Spotify, algunos otros artistas como Robert Plant, el veterano cantante de Led Zeppelin, ya había dejado de subir sus últimos trabajos a esta plataforma de ‘streaming’. Ahora es el turno de la cantautora islandesa Björk.
La artista más moderna de nuestro tiempo, a pesar de que lleva trabajando en la música desde la década de los ochenta ha preferido que su último álbum, ‘Vulnicura’, que es también el noveno de su carrera, no se ofrezca en ninguna plataforma de ‘streaming’.
Aún así, a diferencia de Swift o The Beatles, Björk, como Plant o Jessica Pratt, no ha retirado toda su obra de las plataformas. Al menos por el momento, sus trabajos anteriores seguirán estando disponibles para los usuarios de estos servicios.
No es cuestión de dinero, según explica, más bien hay motivos gremiales o filosóficos, según se mire, detrás de la decisión. Para Björk resulta “insensato” haber trabajado durante mucho tiempo en la fabricación de algo que luego va a escucharse gratis.
La islandesa ha revelado sus motivos en una publicación económica, la revista especializada ‘Fast Company’, en la que también se despachó a gusto contra las filtraciones de los álbumes que han obligado a artistas como Madonna o ella misma a adelantar los lanzamientos de sus últimos discos.
Björk asegura que en esas condiciones las campañas de ‘marketing’ de los nuevos lanzamientos tienen que improvisarse por completo. Por eso, casi siempre, los álbumes ahora están disponibles primero en formato digital y sólo un tiempo después se lanzan las versiones en soportes físicos.
