‘The Hum’, un disco de Hookworms

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‘The Hum’, un disco de Hookworms

The Hum

El grupo de Leeds confirma en su nuevo disco, las buenas sensaciones provocadas por su primer trabajo. Quizá lo consigan, pero cada vez resulta menos probable. De momento, los componentes del grupo británico Hookworns se aferran con fuerza a su condición de músicos ‘amateurs’, que quieren defender a cualquier precio. Como si el hecho de no estar en «esto por la pasta», les permitiera elevarse por encima del bien y del mal.

Dicen ser y querer seguir siendo sólo unos amantes de la música ‘sesentera’, curtidos gracias a la escucha paciente y selectiva de una buena multitud de discos de vinilo. Un grupo de ‘amiguetes’ de Leeds que primero fueron ‘fans’ y después intentaron dar el paso siguiente y reproducir, con más o menos acierto, el sonido que tanto les gustaba. Así que, de eso se trata, sólo quieren hacer la música que les divierte y compartirla con quien esté interesado. En cualquier parte del mundo. No únicamente en su Reino Unido natal.

La pretensión suena bien en estos tiempos de YouTube, instrumentos ‘vintage’ y esa mezcla de las nuevas tecnologías y la magia de los instrumentos analógicos que triunfa en el universo, cada vez más fragmentado de las audiencias pop. Y suena creíble. Sobre todo porque los cinco Hookworms se han convertido en maestros a la hora de dosificar los gestos y las actitudes adecuadas para reforzar su particular campaña de marketing y tener éxito con ella.

Por ejemplo se trata de un grupo cuyos miembros exigen ser identificados sólo por sus iniciales para preservar su intimidad de cualquier posible incomodidad provocada por la fama. Aunque en general M J, el teclista y cantante principal del grupo suele ejercer de portavoz. Y reivindican el placer del bricolage musical como fórmula perfecta para estimular la creatividad pérdida por algunos grandes grupos de rock de antaño que ahora recurren a productores ‘multiéxito’ para seguir en la brecha.

Y, lo cierto, es que cuando uno lee sus declaraciones en las entrevistas que han hecho hasta ahora, u observa la actitud que despliegan en uss videos, puede llegar al convencimiento, por extraño que parezca, de que lo que cuentan es real. Que no se trata de simple ‘postureo’. Que son personas y no personajes.

Y que, según dicen, no desean en absoluto vivir la vieja fantasía de convertirse de la noche a la mañana en estrellas del rock. Ni nada por el estilo. Ellos quieren permitirse el lujo de seguir andando por las calles de su ciudad y tomando pintas en los ´pubs’ a los que siempre han idod sin que nadie les pida un autógrafo.

Pero, lamentablemente, resulta dudoso que puedan mantener esa pureza mucho tiempo más. Primero porque ya cuentan con una potente distribución internacional, gracias a haberse integrado en Domino, una de las principales discográficas independientes de Reino Unido. Y luego, porque ‘The Hum’, su segundo disco, del que vamos a ocuparnos hoy, ha conquistado a los críticos más influyentes del actual panorama de la música moderna.

Publicaciones como el veterano, pero aún importante ‘New Musical Express’, o el todopoderoso Pitchfork han cubierto de elogios estos 37 minutos de música, repartidos en nueve canciones que, según se mire, puede parecer una única ‘suite’ dividida en seis partes, con tres piezas atmosféricas que funcionan como enlaces.

Y este interés unánime de los especialistas más reconocidos ha hecho que su música sea ya conocida en muchos lugares del mundo y a raíz de eso, los medios de comunicación han empezado a interesarse por su historia. De modo que es fácil apostar porque el tiempo que han conseguido disfrutar como seres más o menos ‘anónimos’ ha llegado a su fin.

Y ¿qué es lo que ofrece esta banda para haber provocado tamaños entusiasmos? En principio nada fuera de lo común. Se trata de un compendio de lo mejor del rock ‘garajero’ de todos los tiempos, con toques psicodélicos, guitarras distorsionadas, excelentes sonidos de teclados del estilo ‘fender rhodes’, y esa mezcla de energía salvaje y melancolía envolvente que caracteriza a las piezas más logradas de este universo sonoro.

En el altar de estos músicos hay un santoral muy amplio. Clásicos del rock alemán como Neu, la siempre omnipresente Velvet Underground, los Stoogesmás caoticos, y hasta bandas algo más recientes como Primal Scream. Pero también, y por suerte, hay sitio para una sensibilidad algo más pop que quizá les llegue por sus atentas escuchas a la discografía completa de los Love de Arthur Lee.

Por cierto, no tengo nada que objetar a tales referencias. Por el contrario, para mi funcionan como una pista positiva, porque suelo fiarme de los músicos que demuestran tener ‘paladares exquisitos’. Sobre todo si, como es el caso, no se limitan a fotocopiar con estilo lo aprendido en las largas sesiones de iniciación. Y, aunque no podría decir que los Hookworms hayan encontrado ya su propio camino y su sonido único, la verdad es que apuntan maneras.

Y si lo consiguen pueden ocupar el hueco, desde luego. Hoy por hoy, les veo mucho mejor encaminados que otros compañeros de fatigas que, el año pasado, tuvieron mucho más éxito que ellos. Como los mismísimos Tame Impala, que tampoco estaban nada mal por cierto. De momento, yo voy a apostar por ellos. Y, la verdad, no creo que me equivoque.

No lo creo porque ‘The Hum’ es uno de esos discos que no dan tregua, en los que la tensión se mantiene desde la primera canción, la extraordinaria ‘The Impasse’, hasta la última, mi favorita por el momento, la monumental Retreat. Y entre ellas, otro buen montón de motivos para la confianza en forma de buenas canciones. Y sí. Podrían haberlo hecho mejor. Y ser un poco más personales. Pero todo llegara amigos míos. Y, con suerte, nosotros podremos escucharlo.

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