‘Too Bright’, un disco de Perfume Genius

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‘Too Bright’, un disco de Perfume Genius

Too Bright, un disco de Perfume Genius

Mike Hadreas pone al descubierto sus obsesiones vitales en el tercer disco de su proyecto musical, aún más inquietante y depresivo que los dos anteriores. Grid by Perfume Genius on Grooveshark

Desde su fulgurante aparición en el panorama musical estadounidense en 2010, el cantautor de Seattle, Mike Hadreas, o lo que es lo mismo, Perfume Genius, ha cargado con la responsabilidad de ser lo más parecido a un nuevo icono ‘gay’, facción atormentada, que se podía encontrarse, sin avergonzarse demasiado, entre las múltiples novedades discográficas que se producen en los últimos tiempos.

Hadreas, además, contaba con otra peculiaridad que le hacía único: su total y absoluta sinceridad a la hora de expresarse, de contar en las letras de sus canciones todo aquello que le pasaba hasta en sus detalles más mínimos o escabrosos. Un cantautor pesimista, que mezclaba sus odas sentimentales y amargas con sutiles arpegios de piano y baladas, más o menos, untuosas.

Una vez transmutado en su personalidad artística, Perfume Genius, el artista de Seattle parecía no tener reparo para la queja y la confidencia, incluso íntima. Para hablar también, por ejemplo, de los estragos que ha producido en su cuerpo la Enfermedad de Crohn, el extraño mal crónico que padece, y que tanto ha influido a la hora de condicionar su vida.

Tocaba correr riesgos para no quedarse ‘confinado’ en un pequeño espacio, por cómodo que fuera, y limitado a un grupo afín y decreciente de seguidores

Le fue bien de hecho, con sus dos primeros álbumes ‘Learning’ y ‘Put Your Back N 2 It’, entre otras cosas porque combinaba los ambientes otoñales y preciosos de, pongamos, un Nick Drake, sin guitarra acústica, con el orgullo sensible de los nuevos adalides de la ambigüedad sexual contemporánea del estilo de Anthony y sus Johnsons. Una ‘reina’ sensible y no demasiado emplumada.

Este era el Perfume Genius que habíamos conocido hasta ahora y, en parte, esa personalidad se mantiene en su nuevo disco ‘Too Bright’, del que nos ocupamos hoy. Pero Hadreas, un tipo inquieto, quizá se dio cuenta antes de que fuera tarde de que para su tercera aparición en el escenario no podía permitirse endosarle a la afición más de lo mismo.

Tocaba correr riesgos para no quedarse ‘confinado’ en un pequeño espacio, por cómodo que fuera, y limitado a un grupo afín y decreciente de seguidores. Así que nada mejor que recurrir a los clásicos, a otros clásicos distintos a los anteriores, y repintar la carrocería con una buena capa de purpurina. Unas dosis estimulantes de viejo ‘glam’ para revitalizarse y, de paso, conquistar nuevas audiencias.

Y la pirueta le ha salido bien. Bastante bien. El espíritu del nuevo ‘cuaderno de baile’ recién estrenado por Perfume Genius está presente ya desde la portada, en la que Hadreas se enfunda en un maillot brillante que hubiera hecho las delicias del mismísimo Gary Glitter.

Pero no es exactamente ese sonido el que invoca Hadreas para vitaminizar sus nuevas confesiones personales. Estamos más bien en otra línea. Una muy cercana a dos grandes monstruos del rock and roll de todos los tiempos. Al David Bowie más melódico y a los buenos tiempos de T Rex, cuando Marc Bolan aún pisaba terreno firme.

Algo de ellos hay en las que para mí son, por el momento las dos mejores canciones de este disco. Pimero ‘Fool’, una buena melodía sobre un riff poderoso al que le sienta de maravilla el acento en los tiempos débiles y que gana mucho con la interrupción del ritmo que llega más o menos a mitad de la canción para terminar en un crescendo vocal que marca la reanudación de la cadencia original.

Y luego, claro, ‘Grid’, una gran canción pop que se beneficia del tipo de ambiente guitarrero donde, en ocasiones, se desenvolvían chicos y chicas tan barriobajeras como Slade y Suzi Quatro. Incluso hay algo de Robert Plant, y un poco de Led Zeppelin en los gritos guturales de Hadreas en la parte central del tema.

Por supuesto, hay otros temas, interesantes también, en los que el ‘viejo sonido’ de Hadreas está más presente

Sin olvidarnos de ‘Queen’, el primer single del disco, cuyas guitarras eléctricas, baterías poderosas y sintetizadores sucios, sirvieron para romper con claridad la lánguida imagen que Perfume Genius había ofrecido hasta ahora. Y donde se encuentra el verso que la crítica anglosajona más ha celebrado en este disco, “Niguna familia está a salvo cuando me contoneo”.

Por supuesto, hay otros temas, interesantes también, en los que el ‘viejo sonido’ de Hadreas está más presente. Baladones lastimeros como ‘No Good’, ‘Too Bright’, o, ‘I Decline’ esa parsimoniosa miniatura de poco menos de dos minutos que abre el álbum. Pero, incluso en estas canciones más cercanas a lo que uno podría haber esperado de Perfume Genius, hay una clara voluntad de trascender, de complicarse y llegar más lejos que antes.

Y algo habrán tenido que ver en esa renovación del sonido, los tres colaboradores de los que Hadreas se ha rodeado para perpetrar este ‘Too Bright’ y dar ese inesperado giro a su carrera. En el equipo se ha mantenido Ali Chant, que ya había participado en los discos anteriores. Junto a él han trabajado, Adrian Utley, el componente de Portishead que se ha hecho cargo del bajo y los teclados y John Parish, un socio habitual de PJ Harvey que le ha pegado a los tambores.

Un trío de lujo para un disco interesante que no tengo ningún reparo en recomendar. Es amargo, desde luego, como algunos de los mejores álbumes de una temporada en la que abunda, por ahora, la tristeza, pero hay mucha poesía sanadora y una clara intención de abandonar la oscuridad y ver la luz en esta colección de canciones. Háganse con ella. Incluso si les produce urticaria la impactante imagen de la portada. No tienen nada que perder y sí mucho que escuchar.

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